Capitulo 14

164 8 0
                                    

—Gracias por la hamburguesa—digo cuando llegamos al penthouse

—Considéralo un agradecimiento por lo de ayer

—¿Que cosa de ayer?—si me va a agradecer algo, que lo haga admitiéndolo

—No tengo que explicarlo, sabes a que me refiero, y Olivia, ignora todo lo que pude haber dicho, estaba borracho, y puede que siempre beba pero no siempre me emborracho

—Lo note, no te queda bien

Nos miramos por unos segundos, el siempre tan serio y yo siempre tan nerviosa

—Eres demasiado exasperante—suspiro agotada

—Principessa—toma mi mentón con una de sus manos.—Si no fuera por que ayer me ayudaste, te haría pagar por lo de hoy

—No hice absolutamente nada malo—molesta quito su mano de mi mentón

—¿Te gusta tu amiguito? ¿Quieres follartelo?

—¿A que viene esa pregunta?—enarco la ceja

—Estoy tratando de entender por que me desafías tanto por estar con él, ¿quieres follartelo?

—¿Y qué si quiero hacerlo?—lo tiento, para vengarme un poco.—¿Te da celos? ¿Envidia? ¿Te preocupa que tenga la polla más grande que tu?

—En el momento que veas mi polla por primera vez, sabrás que eso es imposible

—No tengo ninguna intención de verla, no me apetece—mentira de esas bien descaradas

—Eres una pésima mentirosa Olivia—esa sonrisa engreida no ayuda en nada

—No es que esté mintiendo, es que tú vez cosas que no existen, por que estás demente y delirante

—Déjame demostrarte lo que te puedo dar—lo dice como si no acabara de decir algo que me puso roja en milésimas de segundo.—Deja de pensar tanto un segundo de tu vida, de cuestionar todo, y déjame demostrarte lo bien que te la puedo hacer pasar

—No me interesa—vuelvo a mentir, esta vez mi voz saliendo con un temblor que delata

—La vez que tan solo te toque con mis dedos, me explotaste encima, mojaste todo Olivia, se que haz pasado cada puto día queriendo volver a sentirte de esa manera, de esa manera que nadie mas puede hacerte sentir, ni siquiera tu tocándote en las noches—antes de que pueda darme cuenta agarra mi cabello en un puño y jala lo suficiente para forzarme a mirarlo cuando desvió la mirada.—Si tanto odias estar casada conmigo, aprovecha lo que si te puedo dar

—Lo haces sonar como si me fueras a hacer una especie de favor y créeme que no espero favores de ti

—¿Favor? ¿Acaso no entiendes lo mucho que te deseo? Como me jode verte con esa ropa o con cualquier ropa en realidad y que no me dejes devorarte, me tienes como un puto hambriento

—Ya tienes más poder sobre mi del que me gustaría, no te daré más—musito aturdida y excitada de cojones

—¿Quieres que te ruegue? ¿Quieres que te supliqué que me dejes comerte el coño? No tendría ningún puto problema por que tengo claro que luego tú serás la que suplicara

—Domenico...—apenas susurro cuando una de sus manos va al cierre de mi falda

—¿Si?—pregunta dejando mi falda caer, dejando mis panties expuestas sin complicación alguna.—¿Puedo arrodillarme para saborearte? Luego puedes volver a odiarme

—Yo...—tartamudeó completamente aturdida cuando me deja encima de la mesa rompiendo la tela de mis panties nuevas.—¡Son nuevas!

—Me importa una mierda, estaban en el camino de lo que quiero, de lo que necesito

Protegiendo a Olivia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora