Primera carta.

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31 de enero del 2022

Esto es raro para mi, es la primera vez en mi vida que escribo una carta, no esperaba ponerme tan nervioso, y eso que no tiene destinatario, no quiero ni imaginar el sentimiento que me generaría si tuviera un destinatario.

Mejor dejo de pensar en eso y me dedico a escribir lo que realmente debería de escribir, partamos con el hecho de que fue idea de mi psicóloga el que yo escribiera cartas con los sentimientos y pensamientos que tuviera durante el día, pero siendo sincero conmigo mismo, mis días no son tan interesantes, normalmente son monótonos, incluso yo mismo me hice un horario estricto el cual cumplo al pie de la letra, y escribir una carta la cual repita su contenido quizás unos cinco días seguidos no tiene mayor sentido para mi, y como soy inteligente decidí comenzar a escribirlas a fin de mes, así acumulo todos esos eventos que yo no puedo prevenir.

Escribo esta primera carta siendo verano, pero aun así solo ocurren unas dos o tres cosas relevantes, la primera fue ir al cumpleaños de Elena, ella es una chica muy linda y sencilla de mi escuela, y siendo sincero conmigo mismo, estoy enamoradísimo de Elena, cada vez que la veo siento que mi corazón palpita a mil por hora, mi respiración se acorta, me pongo nervioso e incluso la piel se me pone de gallina, no puedo creer que me sigo comportando así, ya tengo 17 años, debo dejar de ser tan infantil . . . Aunque recordar su sonrisa al recibir ese tan anhelado regalo me alegra el alma, siento como si me convirtiera en el héroe de una historia, pero volvamos a lo que estaba escribiendo, su cumpleaños, algo típico de estos lados, comenzando a las 4 de la tarde, yo por costumbre y manías llegue un poco temprano, a eso de las 3:45 me encontraba frente al portón de su hogar, no quise tocar el timbre por obvias razones, así que me fui a un almacén cercano donde compre un refresco individual y lo tome antes de volver a la casa de Elena.

Cuando por fin dieron las cuatro toque el timbre, de la puerta salió elena con un hermoso atuendo, un short color blanco pastel y una blusa manga corta de color turquesa, algo sencillo pero como ya dije, muy hermoso.

A los pocos minutos comenzaron a llegar el resto de invitados, la mayoría eran compañeros de nuestro curso, otros cuantos eran de su antigua escuela, la celebración transcurrió con normalidad, no hubieron alboroto, la comida fue abundante, por lo mismo muchos quedaron con dolor de estómago, incluyéndome a mi, luego hubieron unos cuantos juegos de mesa y competencia en la consola, incluso hubo una piñata a pesar de la edad, fue un tanto sorprendente, pero nadie se negó a ponerse bajo el dichoso objeto esperando que cayeran los dulces.

Al llegar la noche muchos se fueron a sus hogares, otros se quedaron para bailar las ultimas canciones de los artistas del momento, y yo me quede a tratar de hablar un poco más con Elena, cosa que lamentablemente no funcionó, fue algo deprimente, pero lo deje de lado al llegar a mi hogar, no quería sumirme en pensamientos de desprecio hacia mi mismo por no poder hablar con una simple persona.

También lo siguiente que ocurrió fue que comencé a jugar un deporte nuevo, pues hasta ese momento únicamente me dedicaba al fútbol o al handball en los cuales no salía de la misma posición de arquero, pero por la culpa de un amigo mio llamado Benjamin deje esa zona de confort y me atreví a probar el Voley, y todo debido a su gran insistencia.

Primero nos juntamos en el estadio de nuestra ciudad, donde cerca se encuentra una cancha de voley playa, cuando lo vi jugar junto a otros amigos quedé fascinado, me comenzaba a llamar la atención poco a poco, y cuando toco mi turno no lo hice mal, aunque si exagere las veces que me lanzaba a la arena, pero era tan blanda y cómoda que mi cuerpo por instinto se lanzaba, cuando terminamos de jugar le pregunté a Benjamin si podíamos volver a jugar, él con una sonrisa respondió que sí, que incluso la pregunta le ofendió, tras eso dia por medio nos juntabamos en esa misma cancha a jugar como mínimo unas dos horas.

Hablando de Benjamin, él es un chico muy especial, pues es el único que de verdad a golpe es el que te saca de la depresión, no importa el contexto de fondo, con unas cuantas burlas de su parte ya habrás dejado atrás los problemas, fuera de eso es un chico normal, contextura algo musculosa, de unos 1.70 y sin contar lo anterior, es un chico amable.

Y por último me dedique a leer muchas historias nuevas, creia que no iba a salir de mi gusto por las novelas románticas, aunque no leia muchas, pero las que leia los hacia por esa sensación que genera, el sentir los nervios del protagonista, sentir como te averguenzas junto con ellos, eran las cosas que me gustaban del romance, y ahora gracias a diversas recomendaciones de distintos sitios en internet me encuentro leyendo una historia sobre un asesinato, la verdad se ve interesante, espero y el final tambien lo sea.

Sin más me despido (de nadie en realidad) atentamente Roberto Mendoza".

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