Quinta Carta.

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31 de mayo del 2022

Esto ya es una broma de mal gusto, los dolores son cada vez más fuertes, a día de hoy conozco partes sensibles del cuerpo que ni sabía que tenía, la tos es mucho más frecuente, para empeorar es que se sincroniza con el mismo dolor, mis pulmones están débiles, a días siento que se me hace difícil el respirar de manera seguida, tengo que tomar bocanadas de aire con tal de sentirme bien, los resultados no llegan nunca, me preocupa el contagiar a alguien, así que comencé a usar mascarilla, pero esto solo dificulta mi propio respirar, obviamente los curioso preguntaron el motivo de mi nuevo accesorio, simplemente digo que estoy resfriado y dejan de preguntar.

Quiero decirles a todos que no me siento bien, que mi cuerpo duele, que mi tos es un infierno que vivo a diario, pero tengo miedo, miedo de que me miren mal, miedo de que me dejen a un lado, que ya no sea su amigo, que no sea un ser humano para ellos, que mi madre diga lo de siempre "deja de hacer drama, yo si que sufrí" o su ya típica frase "en mi tiempo los niños no eran tan quejumbrosos", simplemente no quiero, no quiero perder a Eliana, ni a benjamin, ni a nadie, solo quiero estar con amigos, disfrutar de un dia en el campo, o de compras con ellos, solo quiero felicidad.

Felicidad, lo único que me daba esa felicidad era Voley, el cual voy a abandonar definitivamente el próximo mes, no niego que cada que me junto con los integrantes del club me siento cómodo, pero igual está siempre la pregunta por mi mascarilla, si mi tos era grave o me encontraba bien, él como algunos mantienen distancia por miedo a contagiarse, algo lógico, obviamente yo tambien lo haria, pero lo que me hace dejar este deporte es mi dolor corporal, ya no puedo estar al nivel de antes, un nivel que ni es decente ahora es peor, lo que siempre me salvó fue la rapidez de pensamiento y el no tener miedo a una mala caída, pero ya ni eso, el último partido lo perdimos por mi culpa, nadie lo dice, pero es obvio, si solamente no me hubieran dolido las piernas en ese justo momento, hubiera llegado al balón, lo hubiera levantado y quien sabe, a lo mejor hubiera dado vuelta el marcador.

Para qué mencionar las notas de mis evaluaciones, son un dolor de cabeza más grande que el que me da esta puta enfermedad, ya no veo ese maravilloso y envidiado número seis, con suerte lo veo acompañando a un gigante número cinco o incluso en dos ocasiones estaba acompañando a un cuatro, esto si me dejo jodido, pues por lo visto es lo único que le importa a mi madre, las notas que saco y los bonos que recibo por ellas, para empeorar el asunto es la inexistencia de opinión de mi padre, únicamente mira todo y no dice nada, es simplemente un espectador de las palabras despectivas hacia mi, se ve que no les importo en lo absoluto.

Yo siento que en cualquier momento puede colapsar, no puedo seguir manteniendo esto para mi solo, quiero decirselo a mi madre y padre, pero ya no confio en ellos, siento que solo lo mirarán como una excusa de mi bajo rendimiento, y a Elena no quiero molestarle con mis problemas, ella ya tiene muchos problemas pues ultimamente mira mucho el telefono, y no esta mucho con Benjamin o conmigo, se va rápido de clases y cuando contesta nuestros mensajes es ya en la noche, seguramente a esa hora se desocupa, y hablando de Benjamin, posiblemente pueda contarle mis problemas, él siempre me escucha al igual que yo a él, somos como hermanos aunque no corra la misma sangre por nuestras venas, estoy seguro que podría ser un poco más libre si le comento.

Vaya, eso sí que fue liberador, me encantaría escribir esto todo los días, pero solamente me llega ese sentimiento de seguridad cuando finaliza el mes, todo ese estrés simplemente se va, y por lo visto otra cosa que se va es el recuerdo de cómo se escribe, pues noto desde aquí que todo lo antes redactado está del culo, varias veces cambió mi forma de escribir, parece carta de un niño pequeño, encuentro errores por todos lados, no se que decir, mejor me dedico a hacer la poca tarea que quedó para la semana que viene.

Me despido atentamente Roberto Mendoza

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