Séptima Carta.

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"31 de julio del 2022.

Hola mi querido lector, espero con ansias que estés disfrutando de tu día, y espero que te rias con la desgracia ajena pues creo que recordaras que en la carta anterior donde yo escribía que este seguramente iba a ser mi mes, que todo iba a ir a mejor, que lo único que me deparaba el destino era felicidad y alegría, pues todo se fue lentamente bien a la mierda, comencemos con el problema que dentro de todo es el menos relevante, mi familia.

Si antes podía decir que ellos eran una mierda, ahora definitivamente puedo decir que ellos son la mayor escoria del mundo con el disfraz de una familia feliz, todos los días, a todas horas, las únicas palabras que me dirigen son "hijo, ¿Ya tuviste evaluaciones?", "¿De casualidad ya sabes qué nota obtuviste en tal prueba?", "¿Sabes si tu promedio subió? Fíjate que si tienes un seis coma cinco el bono es muy alto, y bien sabes que esa plata la necesitamos" y ya te imaginaras como se ponen al ver un "miserable" cinco coma seis, frases tales como "¡¿Cómo no vas a poder sacarte un seis? Niño estupido, no sabes el sacrificio diario que hacemos con tal de que puedas estudiar, los cuadernos que te damos, los lápices y todos los malditos útiles que te damos, ¡no haces más que desperdiciar ese esfuerzo!", creo que escuche unas cinco veces esa oración completa, sin una palabra menos, ni una palabra más.

¡Oh!, no me puedo olvidar de cuando por accidente tosi en el desayuno, mi padre me miró por unos microsegundos con preocupación, la cual rápidamente se esfumó cuando mi madre dijo "No vengas a fingir estar enfermo, vas a ir a la escuela quieras o no", jajaja, ya no puedo verle el lado bueno a esa señora.

Y hablando de la tos, fui a medico con la excusa de que fui a estudiar con un compañero, cuando llegue me hicieron los mismos malditos análisis de siempre, y como era de esperar no pudieron descifrar cual era la enfermedad o posibles enfermedades que estaban atentando contra mi cuerpo, lo único que saben es que a cada día que pasa mi cuerpo se vuelve mas inutil, tanto la tos como el virus o bacteria que tengo daña día a día mis pulmones, se vuelven débiles seguramente si no se encuentra una solución llegaran a estar tan desgastados que no pueda hablar o siquiera respirar por mi mismo, y mis pulmones no son lo único que se está dañando en mi organismo, también mis huesos y músculos, se están atrofiando, lo cual es la causa de mi dolor, y al igual que mis pulmones puede llegar el momento donde no me pueda mover, ya no se si temer o dejarme caer de un puente no tan alto, estoy casi seguro que quedare en las mismas condiciones.

Y ahora lo que nunca falta en una de mis cartas, hablar de Elena, cada vez que leo las anteriores cartas me doy cuenta de que parecía un asqueroso acosador, un falta de atención, aunque era obvio, buscaba un amor y un cariño a mi persona, aquello que los seudo padres que tengo no me dan, y dudo mucho que me den, pero ya es otro tema, uno que no quiero tocar más.

Lo que si, es decir que Elena me pido ayuda para confesarse a Juan, aunque mas que una confesión era una disculpa al rechazo y decirle que ahora si queria estar con el, eh de admitirlo, no creo haber llorado tanto como ese maldito dia 14, y yo tambien fui el idiota que va y le pregunta el como ella se enamoro de el, a cada palabra que me decia mi corazón dolia, ver todas las diferencias que tengo con el, el saber que no tendre se cariño que desie con todo mi corazón fue una agonia total.

Y lo peor fue lo que vino después, cuando Juan le dijo que si quería estar con ella a pesar de su rechazo inicial, tras ese día ambos salían a todas partes, algunas veces me tocó hacer de mal tercio, era muy incomodo para mi, pero para ellos no lo fue, se olvidaban completamente de mi presencia cuando comenzaban a besarse, me daban ganas de reírme de mí mismo, por cierto, mi querido lector te doy un consejo de todo corazón, nunca te enamores de tu mejor amiga o amigo, pues claramente al ser su mejor amigo te conviertes automáticamente en su confidente, y llegará a contarte todos los días lo perdidamente enamorada que se encuentra de su pareja, mientras sin saberlo te rompe el corazón en un millón de pedazos.

Aunque bueno, tampoco me quejo mucho, pues ese inicio de relación abrió las puertas para que yo conociera gente nueva, en especial a una chica que me presento Benjamin, su nombre es Gabriela Espinoza, lo recuerdo muy bien, pues me recuerda a un familiar lejano con el cual ya no hablo, pero volviendo con Gabriela no puedo decir muchas cosas de ella, pues es una chica humilde y sencilla, tiene gustos similares a los míos, aunque tampoco son iguales, por ejemplo ambos somos apasionados por los deportes, con simplemente verlos nos apasionamos, aunque ella es más de aquellos deportes artísticos, como la danza, el patinaje, y yo me apasiono completamente al ver un balón en el deporte, igual si hablamos de gustos musicales, los dos tenemos que estar a todas horas escuchando música, aunque claro, ella escucha más canciones del estilo rock y sus variantes, mientras como dice Benja, yo soy un romántico de las baladas antiguas, pero a fin de cuenta, dicen que a los contrarios se terminan complementando.

A todo esto, cuando la presentamos a Elena no le cayó nada bien, y por muy estupido que suene, estuve a segundo de dejar de hablar con ella, pero al igual que en la carta, me di cuenta que priorizo mucho a Elena antes que a mi, así que ignore completamente su negativa y seguí hablando con Gabriela, solo espero que no se repita la historia, no quiero seguir llorando por otros.

Y bueno, me voy despidiendo, nos veremos en la próxima carta, se despide atentamente Roberto Mendoza".

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