12 CARTAS

Cuarta Carta.

30 de abril del 2022.

Un día más que escribo una de estas cartas, siendo sincero conmigo mismo, creo que ahora si debo de poner un saludo, ¿Pero cómo lo escribo? ¿Hola persona que esté leyendo esta carta? ¿Hola desconocido, escribo estas cartas como si fueran un diario? . . . Creo que me quedo con la primera opción, me gusta más, ¡Agh!, !Carajo¡, no se si recordaras lo que mencioné el otro día, mis dolores cada día empeoran, siento como si se juntaran los abusivos de todas las escuelas y se les ocurriera pegarme a la vez, es muy doloroso, y si no es suficiente, cada día son mas seguidos, puedo tener de cinco a diez de estos dolores por día, cuando antes era máximo uno por día, también me eh estado haciendo susceptible al sonido, voces algo elevadas o muchas en un lugar cerrado provocan que me duela la cabeza, y si bien es obvio que puede pasarle a cualquier persona, creo o mejor dicho, presiento que a los que les afecta no es igual que a mi, tengo esa sensación de que al único que afecta de gran manera es a mi. No digo esto para dar lastima, lo menos que quiero en este momento es parecer alguien indefenso que sufre mucho, y que pobrecito y toda la cosa, lo único que pido simplemente es que pare, que sea un suceso de este mes solamente, no continúe para siempre, doy énfasis en dar lastima pues compañeros de mi aula se dieron cuenta de que me molesta ese ruido y lo dicen a viva voz, como si fuera un pobre enfermo de mierda el cual pide de su ayuda y compresión.

Agradezco a quien tenga que agradecer por el simple hecho de que Elena no sea como ellos, ella definitivamente es perfecta, es una dama que no grita a cada rato, no se anda parando de la nada solo para jugar con una bolita de papel, pone atención a clases junto conmigo, e incluso me sonríe cuando yo respondo algo bien, definitivamente es un ángel caído del cielo el cual su labor es mostrarle al resto de imbéciles que pisamos la tierra el como debemos de portarnos, y no solo nos enseña a portarnos, también enseña la cúspide de la belleza, con esa sonrisa que transmite toda esa paz y tranquilidad que uno espera, una paz que inunda en mi cuerpo dándome un relajo de las malditas clases, deja completamente en segundo plano todo aquel ruido insoportable emitido por los simios que tengo de compañeros. Esa mirada tan calmada hace que olvide todos los dolores de mi cuerpo, su simple y mera presencia hace que todos los problemas que tengo sean nada en comparación a la felicidad y cariño que me otorga, esta claro que quiero que sea mi novia, quiero poder confesarme en un momento tan romántico como los que uno lee en las novelas de romance de algún caballero noble de las viejas épocas, pero siento que no sería aceptado, he estado viendo también su actitud, y siento que ella siente algo por Juan, si llegase a ser así espero que la haga feliz y no se atreva a hacerle el más mínimo daño.

Y si tu te estas preguntando por mis entrenamientos de vóley, si es que sigo asistiendo o cosa por el estilo, la respuesta es un sí, sigo entrenando, es una de esas cosas que me relaja, y la verdad es que no debería de relajarme mucho, pues como posiblemente creas, si me duele el cuerpo a la hora de entrenar, no paran y tampoco se intensifican, pero aun así mis compañeros del club son tan buenos que me sacan un poco de mi realidad, y fuera de eso me.

Como suponía las notas de mis exámenes son buenas, no llegan a ser la máxima, pero quedó cerca por dos o tres o máximo 6 respuestas erróneas, y recordando las notas, por su parte Elena tiene notas técnicamente perfectas, siempre obteniendo calificación máxima y cuando no es así ella suele tener una sola incorrecta, ella se queja en silencio y ahí salgo yo para animarla, creo que tiene que entender que aunque tenga algunos fallos sus notas siguen siendo buenas.

Y listo, termine esta carta, creo que me relaje más de lo pensando escribiendo, y también creo que menciona mucho a Elena, lo borraría pero siento que estaría mintiéndome al sacarla de estos escritos, pues ella ha sido la que me ha estado animando durante todo este mes, la única que se preocupa por mi.

Sin más me despido, y hasta la próxima carta.