CAP 6

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WEDS

Cumplí mi promesa de mantenerla
cerca mientras caminamos hacia
el restaurante a dos cuadras
de distancia. Algunas veces
simplemente la sostuve del suelo
para evitar que se tropezara, y
pensé que podría haber sido más
fácil llevarla todo el camino. Espero
que vuelva a ponerse tacones a mí
alrededor solo para poder tener la
excusa para abrazarla.

-No ha sido tan malo- dice cuando
llegamos al restaurante y planta los
pies. Sus mejillas están enrojecidas y todavía está un poco inestable.

-¿Te dije que te ves hermosa?- Digo,
extendiendo la mano y jugando con
el final de su trenza. Parece que no
puedo evitar tocarla.

-Un par de veces en el camino hasta aquí, pero puedes repetirlo-.

-Te ves increíble.- Mi mano
recorre su brazo hasta que mis
dedos encuentran los de ella y los
entrelazo.

-Te ves grande-, dice mientras sus
ojos recorren mi cuerpo.-Y guapa.-

Por un segundo, pienso en
flexionarme y tal vez incluso dar
vueltas para que pueda obtener una
vista completa. No sé porque, pero
me gusta presumir con ella. Me
siento como una de esas aves en el
Discovery Channel donde se preparan, bailan y hacen un nido para que la niña los elija.

-Por este lado- dice la anfitriona
mientras una vez más envuelvo
mi brazo alrededor de Enid para
evitar que se caiga, la veo echar
un vistazo a la anfitriona mientras
caminamos, me inclino y mantengo
mi voz en silencio.

-¿Está todo bien?-

-No es nada- dice con un gesto de su
mano, pero puedo decir que algo la
molestó.

-¿Quieres irte?- Pregunto,
deteniéndome en seco. No quiero
que esté aquí si no está feliz. Ella me sonríe.

-Realmente harías eso, ¿no? Si no
me gusta el lugar que escogiste,
¿daríamos la vuelta y nos marcharíamos?

-Por supuesto- respondo
honestamente.

-Dios, realmente eres muy de lo que pensé que serías en un principio. No, esto es perfecto. Estoy
hambrienta.-

Sí, construiría el mejor nido del
mundo si eso la hiciera seguir
mirándome así. Nos sentamos y la
anfitriona nos da nuestros menús,
pero me cuesta concentrarme en
algo más que ella. Está justo frente a mí y quiero hacerle mil preguntas, pero no quiero bombardearla.

-¿Qué vas a pedir? Tienen, como
veinte tipos de pasta, este lugar
debe ser el cielo.- me mira, y puedo
sentir mi cara reflejar la de ella.

-No se supone que debo comer pasta en este momento- le digo, dándome cuenta de que iba a tener que pedir algo aburrido. Incluso yo puedo escuchar el enfado en mi voz.

-Has asesinado a ese pastelito- se
ríe, justo cuando el camarero nos
trae agua y nos cuenta acerca de los
especiales

-Ese bizcocho fue la segunda mejor
cosa que he probado en mi vida-.

Mi mente vuelve a ese beso y a
cómo me consumió. Tan pronto
como mis labios tocaron los de
ella, todo mi control estaba deshecho y tenia que tenerla. Gracias a Dios que me quedaba un poco de decencia, porque tenía la fuerza para maltratarla como un oso literalmente.

Cuando se lleva los dedos a los
labios, sé que está teniendo los mismos pensamientos que yo. Ese
beso fue espectacular.

-¿Están lista para pedir?- Pregunta
el camarero, y asiento con la cabeza
a Enid para que fuera la primera.

Ella obtiene la pasta con salsa de
crema con un lado de verduras.
Cuando termina de ordenar le da
al camarero el menú. Le entrego el
menú y luego le digo lo que puedo
comer.

Virgin In The City Donde viven las historias. Descúbrelo ahora