Virgin In The City

CAP 11

ENID

Mis ojos apenas se abren mientras
Weds lava mi cuerpo. Ella tiene que
sostenerme mientras lo hace, y se
ríe.

-Te dije que te quedaras en la cama.

-¿Y perderme esto?-

Suspiro mientras sus manos me
mueven el jabón. ¿Podría ser más
maravilloso? Mis músculos están
un poco adoloridos, y cuando los
masajea gimo con alivio. Todavía no puedo creer que hayamos hecho el amor anoche. No solo una vez sino tres veces. Traté de conseguir un cuarto esta mañana cuando me dio un beso, pero ella me rechazó. Hice un puchero, pero cuando deslizó su mano entre mis muslos supe que tenía razón. Necesitaba esperar un poco más antes de volver a hacerlo.

Pero con mis brazos todavía
aferrados a ella, me llevó a la
ducha. Paso las manos por su
amplio torso y mis dedos rozan sus
pechos.

-Realmente eres mi oso-. Mis manos
continúan vagando sobre ella,
incapaz de detenerme. No creo
haber sido tan feliz antes.

-Ens- advierte mientras agarra mi
muñeca. Su polla se mueve entre
nosotras y me lamo los labios.

-¿Puedo probarte como tú lo hiciste
conmigo?- Su cuerpo se tensa
cuando presiono su pecho para que
retroceda.

Se mueve hasta que su espalda
golpea la pared de azulejos y me
pongo de rodilas frente a ella.
He sentido su polla antes, pero
mirándola ahora mismo puedo
ver por qué estaba adolorida esta
mañana. Estoy sorprendida de
que incluso me quepa dentro. Ella
sisea mientras envuelvo mi mano
alrededor de su pene, dándole unos
golpes como lo hice en el armario.
Veo una gota de esperma gotear
desde la punta y me inclino hacia
adelante para lamerlo. Su sabor
dulce y salado golpea mi lengua.

Weds gime y miro cómo se flexionan los músculos gruesos de sus muslos. Es tan poderosa, y verla deshecha es tan sexy. Abro mi boca, tomando la cabeza de su pene dentro. Mis labios se extienden para tomar todo lo que puedo. La mano de Weds se clava en mi cabello mientras empiezo a trabajar mi boca arriba y abajo de su pene. Soy completamente inexperta en
lo que estoy haciendo, pero los
sonidos que provienen de ella me
empujan a trabajar mi boca más
rápido y a chupar más duro. Quiero
complacerla, pero también me está
excitando.

-Joder, eso se siente tan bien. No voy a durar- élla gime.- Mírame- exige.

Hago lo que me pide mientras
trabajo mi boca sobre ella. Su
agarre en mi cabello se tensa,
pero no me empuja o controla mis
movimientos. Me deja hacer lo
que quiero. Mi cuerpo tiembla por
la mirada que me está dando. Es
intensa pero está llena de muchas
emociones.

-Voy a correrme- dice. Puedo decir
que está tratando de contenerlo.
Solo succiono más, queriendo darle
el mismo placer que me ha dado.

-Tengo que retirarme-. Lo dice como si no quisiera. No quiero que se retire tampoco. Quiero probarla.
Todo de ella. La aprieto más fuerte,
mostrándole que no voy a dejarla ir.

-¡Me estoy corriendo!- Grita
mientras calientes chorros de
semen llenan mi boca.
Trago rápidamente y sigo moviendo
mi boca arriba y abajo por su
longitud. Pero muy pronto me está
tirando del suelo y arrastrándome
contra su cuerpo. Ella me toma
en sus brazos y me besa tan
profundamente que no me doy
cuenta de que mis pies no están
tocando el suelo.

-Eres demasiado perfecta para
ser verdad- dice contra mi boca
mientras envuelvo mis piernas alrededor de ella.- Dios, odio tener
que ir al gimnasio y dejarte aquí-.

-¿Puedo ir contigo?- Le pregunto
mientras cerraba el agua y me sacaba de la ducha.

Niega con la cabeza mientras me
sienta en el mostrador y agarra una
toalla y me seca.