CAP 2

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WEDS

-Sigues golpeándolo así y voy a
tener una costilla fracturada- dice
Div mientras sostiene la bolsa para
mí. Se aleja frotándose el pecho y
me disculpo.

-No lo lamentes. Ella sabe
cómo sostener la bolsa- dice
el entrenador, y asiento. Divina
comienza a maldecir en español
mientras vuelvo a trabajar en mis
patadas.

Estoy en forma rara hoy. Mis
músculos se sienten frescos y estoy
lista para trabajar duro. He estado en esto durante cinco horas y, sin
embargo, parece que recien entré al gimnasio. No importa lo que el
Entrenador me haya lanzado hoy, se lo he devuelto diez veces.

-Está bien, eso es suficiente por hoy-
llama el entrenador, y me retiro de
la bolsa, rebotando de puntillas.

-No- digo, sacudiendo la cabeza.
-Más.- Estoy sin aliento, pero mi
cuerpo todavía está demasiado
apretado. Esto no puede ser por hoy.

-Hermana, te vas a desmayar- dice Divina, quitándose su equipo de protección y tirándolo a su bolsa. -Dile, entrenador-.

-No puedes seguir así de fuerte,
Teddy. Has estado así durante dos
semanas y no sé qué te pasa -.
Echo un vistazo a Divina, quien me da una mirada como diciendo ¿realmente?

-¿Por qué no le preguntas sobre
su vecina?-. Dice Divina, y la miro.
Ella aprieta los labios, pero todavía
está sonriendo mientras gira para
agarrarme una toalla. El entrenador se acerca y toma uno de mis guantes para ayudarme a quitar la cinta.

-¿Es una chica?-

-No es asunto tuyo- le digo, pero mi
tono es amistoso. El entrenador es
como un padre para mí, y aunque
nunca le faltaría el respeto, hay
algunas cosas que son solo mías.

-Oye- dice, tirando de mi muñeca
para llamar mi atención.- No dije
que hubiera nada malo con las
citas. Te haría bien tener a alguien a
tu lado y Divina en tu esquina -.

-Oye, tengo unas piernas geniales-,
dice Divina, pareciendo ofendida.

-Ustedes son afortunados de
tenerme a mí. Hago que esa esquina
se vea bien-. El entrenador y yo
giramos los ojos al unísono cuando
termina de quitar la cinta.

-Es una buena chica- le digo, solo
para sus oídos, y asiente.

El sabe cómo puede ser esta vida.
Estás mucho en el camino, estás
rodeada de mujeres y hombres que
se arrojan sobre ti. Hay muchas
drogas y bebidas, que nunca toco,
pero puede ser difícil para las
personas estar cerca de eso. He
perdido muchos buenos amigos
en la escena de la fiesta alrededor
del ring, y puede ser difícil en las
relaciones.

-Te daré un consejo- dice, tirando
la cinta usada.- Lamento no
establecerme y tener una familia.
He vivido mi vida ayudando a los jóvenes a tener éxito mientras
pongo mis propios sueños a un lado. Te quiero como a una hija, y tú eres la última luchadora que entrenaré. Pero cuando esto termine, no tendré una mujer cálida con la que acostarme-. Me da una palmada en el hombro antes de irse.

-Te veo en la mañana.-

-Maldición, el entrenador se está
poniendo profundo-, dice Divina, y
levanto la mano y la golpeo en la
nuca.

-Oye, solo estaba diciendo que
necesita conseguir algo de vagina-.

-Eso es todo lo que tienes en mente-,
le digo, dirigiéndome a las duchas.

-Eso es porque nunca has tenido el
sabor del coño. Es como el crack-.

-Nunca has tenido crack.- Abro
mi casillero y me quito la camisa
sudada, arrojándola a mi bolso.

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