Capítulo °XXVII°

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Daoiz

La fantasía de todo hombre es despertar con su miembro dentro de la exquisita boca de una mujer. Ver como sus labios absorben mi dura erección con tal nivel de perfección y experiencia, me hace sentir el hombre putamente más afortunado del mundo.

Jenna fue una prostituta en el pasado, y hasta para mí entendimiento es difícil de entender que el pensamiento me valga tres hectáreas de mierda.

Agradezco al cielo por esa experiencia de vida, ahora mi hermano y yo somos los únicos que gozamos de su rosada y pequeña lengua paseándose por mi pene duro como una roca.

Alterna las lamidas, chupadas y succiones entre mi hermano y yo.

Ocupa sin ninguna clase de timidez sus delicadas, suaves y tersas manos para incrementar la excitación en los dos. Su cabello despeinado, sus claros ojos azules desenfocados por la calentura que llena la habitación, son un deleite para mí masculinidad.

Dexter se retuerce a mi lado conteniendo las ganas de hundirse en su estrecho y suave coño.

- Jenna... - suspiro con placer al sentir que hunde mi pene casi completamente en su garganta.

Nada opaca el momento, ni siquiera los malditos rayos del sol. El que sea domingo me relaja completamente pensando en las múltiples superficies y posiciones en que voy a follarme casa agujero suyo.

- Quieto, Dexter - aprieta la cabeza de su pene con tanta fuerza que el llora de dolor.

Dolor que ama sentir y aún más si es en manos de Jenna.

Sigue chupando primero mi miembro sin soltar de el Dexter, hace lo mismo con él a un ritmo que indudablemente no cualquier mujer podría seguir con tanta precisión. Sostengo su cabeza para ayudarla a tomar más de los centímetros de mi hermano.

- Eso es, que buena puta - gime a mi "insulto", uno que claramente no es real y que lo que menos busca es ofenderla.

Sus ojos desprenden lágrimas ante la brusquedad con que mi mano la obliga a tomar más de lo que puede.

- ¿Es todo lo que puedes dar? - me burlo sosteniendo firmemente su mano en mi pene para no deje de moverla.

Me demuestra lo buena chica que es, mueve la cabeza de arriba abajo sin darle alguna clase de respiro a Dexter, aún que no creo que lo necesite mucho.

- Preciosa - mi hermano se mantiene firme en la cama, se nota por demás que quiere seguir el mismo ritmo con sus caderas.

Jenna continúa con su asalto, uno que voy a exigirle cada mañana para que mi día comience como debe.

La suelto cuando por fin me siento satisfecho con la cantidad de lágrimas que soltó, es como ver a una diosa llorar en el mayor momento de pasión.

- Te quiero cubierta con mi semen - anoche la cubrí muchas veces, era tan adictivo verla marcada con mi esencia que despertó un lado posesivo y enfermo desconocido para mi.

Voy a llenar sus bragas también, será gratificante saber que trabaja en la oficina con mi esperma en su coño. Dexter querrá seguir mis pasos, es peor que yo cuando de celos hablamos.

- M... Más rápido - pide él expresando agonía pura.

Jenna le permite correrse, no es que tampoco pueda evitarlo porque la descarga de semen ya está en su garganta. Mi hermano se estremece ante la ráfaga de lujuria que desprende.

Follamos toda la noche, el que nos queden energías es algo de no creerse.

- Vuelve aquí - mi mano nuevamente aprisiona su cabeza contra mi miembro - Sigue chupando.

RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora