Capítulo °XXVI°

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Jenna

No hay mucho en mi nuevo departamento, más bien diría que nada a excepción de mi enorme y cómoda cama.

Soy de las personas que cuando no tiene nada que hacer, pasa el día o la noche en la cama viendo películas mientas se atraganta con comida.

Si, comida, nada de mal pensar.

Puede que hoy piense en atragantarme con algo más que comida, mi cuerpo se siente muy caliente, y ser rodeada por dos hombres sensuales y expertos en el arte de follar no apacigua las llamas.

Hoy voy a entregarme a ambos, ya mandé a traer algunas cosas para usar. Mi amiga Dulce me hizo el favor de ir a una tienda para comprarlos y trarlos.

Me quedo de pie frente a mi cama, observo los numerosos artículos que investigué por internet antes de adquirirlos. Hay de todo un poco, desde juguetes sexuales que Daoiz usará en mi, hasta otros tantos con los que marcaré a mi Dexter.

Mi amiga eligió el atuendo para la noche, y claro que su gusto nuca me decepciona. Algo me dice que no lo tendré puesto por mucho tiempo, trataré de soltar cada maldito demonio que vive dentro del mayor.

Y voy a desquitar mi dominio sobre el menor.

Dios, he estado excitada muchas veces en mi puta vida, pero nada de le acerca mínimamente a la anticipación que se cuela por fibra de mi cabello.

Ni siquiera compartimos el mismo espacio aún y ya estoy temblando, es una nueva necesidad quee vuelve loca por querer ir detrás de ellos y obligarlos a jugar como les plazca.

Dios, hoy estoy incontrolable, dudo mucho que las horas de la noche o madrugada sean suficientes para calmar está sensación.

Suerte para los tres que hoy es viernes, mañana ninguno trabaja y puede que para cuando salga el sol nosotros recién descansemos.

Finalmente volteo a ver mi móvil, siempre lo tengo en silencio porque me desespera escucharlo sonar a cada rato, un punto que me juega mal siempre que lo pierdo y quiero hacerlo sonar.

Los encontré en el centro comercial, irán en la noche. Sé más perra que todos los días ¡Te amo!

Dulce y su dulzura agria son muy pocos los afortunados de conocer. Amo a esa maldita puta con el alma, es la hermana que me faltaba.

Hablando de hermanas, la mía olvidó mi existencia.

¿Eres hija única? Lo dudo mucho, escríbele a tu hermana mayor.

Miro la hora en la pantalla, sigue siendo temprano para que llegue la noche, me da tiempo para ir a la ducha y comenzar a prepararme.

Estoy un poco nerviosa, hace años que no íntimo con un hombre, y retomar mi vida sexual con dos a la vez genera un poco de preocupación y nerviosismo.

No soy nueva en los tríos o algo más, incluso admito que sentía hacerlo mal siempre que me elegían, concentrarse en dos hombres al mismo tiempo no es tan fácil como muchos lo hacen ver.

Hoy voy a terminar de enloquecerlo.

Antes de perder más horas de mi escaso y valioso tiempo, voy hasta el baño y preparo las cremas post depilación para no irritar mi piel y oler delicioso.

Es tranquilizador lavar mi cabello y mi cuerpo, es un placer que me ayuda a pensar lo que haré cuando estén aquí.
Ya moví las fichas para que nadie joda la noche, ni siquiera mis nuevos vecinos.

Falta mucho por mover antes de sentirme cómoda en mi nuevo lugar, y una de esas cosas son mis preciados libros. Leer es mi mayor pasatiempo cuando no salgo o trabajo, me agrada vivir en un mundo fantástico por unas horas antes de caer en la realidad. 

RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora