Scene four

455 42 61
                                    

0 5 : 0 0 p . m .
" Noah's house "

- ¿Tú madre llegará tarde? - Le cuestionó el castaño.

- No, supongo. Llega en media hora. - Respondio el moreno, sonriéndole a su mejor amigo.

El menor suspiro, resignado a tener que esperar a la mujer mayor quien era la madre de su amigo. Ambos habían quedado en cocinar juntos aquel día y el mestizo estaba emocionado de aprender a cocinar con la madre de Noah, le hacía mucha ilusión convivir con aquella señora.

El de ojos azabache noto la decepción de su mejor amigo, se acercó a él gateando en el suelo para sentarse al borde de la cama -a su lado-. Lentamente paso sus manos por el cuerpo de Cody, rodeando la cintura de este y atrayendolo hacia él. Un abrazo, mejor dicho. Este fue correspondido por el castaño, quien sonrió feliz por aquel tacto del moreno.

- Supongo que puedo esperar... Todavía es algo temprano, creó. -

- Pareciera que vienes aquí a ver a mi madre y no a mí. -

- Bueno, es que ella es encantadora. -

- Te prohibo hablar de alguien más estando conmigo así. -

- ¿Estas celoso de tu propia madre? -

Noah no respondío, se quedó en silencio aún abrazando al castaño.

Quizás podría verse algo raro que dos chicos estén así, y más si son amigos, sin embargo, ellos tenían esa costumbre desde siempre. El contacto físico era lo esencial en su amistad, al igual que las muestras de afecto y demás. Todos lo sabían.

Que raros son los amigos...

-

0 1 : 0 8 p . m .
" Teatro de la academia
Wawanakwa "

El día anterior Cody tuvo la honorable oportunidades de cocinar junto a la progenitora de su moreno. Fue increíble, se la pasaron cocinando con intentos fallidos, aunque al final acabaron cenando algo rico; Luego, ambos chicos se quedaron solos y empezaron a hornear algo, al terminar, los dos estaban literalmente bañados en harina, las risas no faltaron en esa ocasión.

Aunque eso lo podría recordar luego, ahora debían de portarse como profesionales y actuar para el dichoso director de la academia, todos querían recibir los aplausos o elogios de ese hombre, aunque no su propio hijo lo admitiese, le gustaba cuando él los felicitaba por un acto.

Los actores subieron a escena, los demás ahora tenían el permiso de estar en los asientos del público, la escena debía empezar.

(En la calle, Benvolio y Mercutio)

- ¿Dónde estará Romeo? ¿Pareció anoche por su casa? -

- Por casa de su padre no estuvo. Así me lo ha dicho su Criado. -

- ¡Válgame Dios! Esa pálida muchachuela, esa Rosalía de duras entrañas acabará por tornarle loco. -

"Romeo & Juliet"  |  Noco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora