Una habitación decorada de una manera pulcra y minimalista, colores grises, blancos y tonos de beige yacían en el cuarto. Plantas, discos, instrumentos musicales y una que otra decoración no muy llamativa.
Heeseung se encontraba en su habitación, portaba una pijama estilo leñador y estaba tapado hasta el cuello con el cobertor, solo miraba al techo, por alguna extraña razón este no pensaba, solo miraba un punto fijo hasta escuchar el sonido de la puerta abriéndose y de esta, una figura femenina entraba.— Parece que descansaste bien, cielo. — dijo ella para recostarse al lado suyo.
Heeseung tenía un brazo estirado a su lado, ella solo recostó su cabeza en su brazo mientras que posicionaba el cuerpo volteando hacía el.
Heeseung no reaccionó, solo la miró detalladamente, notando sus delicados rasgos.
Ella tenía una linda y perfilada nariz, unos labios de un tono rosa natural con un lindo arco de cupido, ojos de mirada estilo cazador, que en el fondo, mientras más los veías más tiernos y cálidos eran.— Eun-ji, ¿buenos días? — dijo, confuso, al darse cuenta de quien era su compañía.
— ¿Eun-ji? ¿No me dirás cielo, amor o preciosa? — respondió ella, también confusa. — ¿Sucede algo? ¿Te encuentras bien?
Heeseung empezaba a mirarla aún más, volteando su cuerpo hacia ella y ahora acostándose de lado para admirar mejor su rostro. El con una mano arregló un mechón rebelde del cabello de Eun-ji, mientras prestaba más atención a ella, tenía puesta también una pijama de leñador, al parecer usaban ropa combinada. La miró a los ojos de nuevo, ahora pasando su mano por su mejilla, ella sin pensarlo se acurrucó en ella, los dos conectaron miradas y acercaron sus caras lentamente, sin prisa o apuro, admirándose el uno al otro, sus labios estaban milímetros cerca de rozar hasta que...
Suena la alarma, lo que indica que es un nuevo día, Heeseung se despierta de golpe, en la misma habitación, pero ahora sin su linda pijama de leñador y lo más importante, sin su compañía.
Todo había sido un sueño, uno como muchos que había tenido anteriormente.Heeseung pensaba que mientras más conviviera con esta chica que robaba sus pensamientos y sueños estos dejarían de ocurrir, pero el plan le había resultado contradictorio, funcionaba al revés.
Solo se dispuso a despertar, acostumbrado a ese tipo de momentos en el que sientes que algo es tan real, decepcionado se levantó de la cama arrastrando los pies y tallándose levemente los párpados para así iniciar su rutina matutina, darse un baño, lavarse los dientes, ponerse ropa para el día, desayunar lo que alcanzaba de lo que Jake preparaba en las mañanas y dirigirse al metro para irse a la Universidad. Incluso en metro, ya casi llegando a su destino, el seguía pensando en su sueño. En sus sueños siempre aparecía ella, pero nunca tuvo un momento tan intimo e importante, era extraño, pero era aún más extraño el sentimiento que a él llegaba por este simple sueño.
— Un Ice Latte y un brownie por favor. — dijo ella sacando su monedero y pagando su pedido.— Aquí tiene, tenga un muy lindo día. — le respondió la que atendía, con una muy linda sonrisa. Eun la vio por un momento, esta era una chica de sonrisa hermosa y brillante, que contagia a quien la vea.
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┆W𝕚𝕝𝕕𝕖𝕤𝕥 𝕕𝕣𝕖𝕒𝕞𝕤 ! ꙳✩
Romantiek- ¿Cómo es que tienes un olor tan peculiar pero a la vez tan común? . . . . . - ¿Crees en el destino? Pues ellos no, y aun así este los juntó. . . . . . (Historia de Lee Heeseung de mi total propiedad) (Mundo de historias conectadas)