♡Con tan pocos años♡ †LeoPika†

Another day...

Antes de comenzar quisiera dejar en claro una cosa.

Lo que sigue es un final alternativo, si así lo desean pueden quedarse hasta la parte final, pero si quieren un final digamos más "conclusivo" les recomiendo seguir leyendo.

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[Seis años después.]

Parecía increíble como podían pasar los años, a veces de manera tan lenta, otras de manera rápida. Lasestaciones tenían tanto que ofrecernos y cada cosa era aprovechada, en especial por la curiosidad de mi pequeño Allen, el fruto del amor de Lía y mío. Desde bebe parecía ser muy tranquilo, no era de molestar ni hacer berrinche algo quetanto su madre como yo agradecíamos de corazón más aún por nuestros trabajostan exigentes, siendo del campo de la salud no era de sorprenderse.

Después de un frio paseo en el parque junto a mis dos razones de vida no podía dejar de pensar en la fecha del día de hoy, "29 de Diciembre", tan solo un día antes que por más que lo quisiera no podía olvidar, aunque de poco a poco olvidaba su fina y delgada de cara, vivía una y otra vez en mis sueños su inerte cuerpo sobre mis brazos sin parar de sangrar, las pesadillas me hacían sudar frio mientras despertaba llorando, pero Lía hacia lo posible por ayudarme, su apoyo era muy importante para mí junto con las cálidas sonrisas de Allen.

El día después y prendiendo incienso sobre el altar de Kurapika una decisión era tomada, Allen insistía en conocer a sus tíos refiriéndose a Gon Y Killua, siempre hablábamos con ellos, desde que murió la abuela de Gon se habían mudado con su tía para no dejarla sola y por nuestra apretada agendade trabajo y los estudios de Allen no podíamos tomarnos tiempo. Era algo que dolía, mi madre había fallecido dos años antes y no pude despedirme de ella.

Lía, Gon, Killua y yo habíamos tomado la decisión de hacer un pequeño festejo en nombre de Kurapika, 10 años habían pasado desde el trágico día por lo que una reunión no nos vendría mal. Pasada la dirección a ambos solo era cuestión de esperarles.

Como siempre mi bella esposa me pedía ayuda para mantener la casa en orden, no dudaba en ayudarle ya que eran pocos los momentos que compartíamos donde nos llenábamos de besos, abrazos y palabras de amor, pero al decir estas últimas Lía cambiaba su expresión. No hacía falta preguntar el porqué, ella aún tenía en su mente mi último momento con Kurapika, ambos sabíamos que mi corazón no le pertenecía por completo, pero jamás se quejaba y me respondía de igual manera.

Los invitados llegaron de inmediato bromeando sobre mi vejez y que agradecían que el niño se pareciera a Lía y no a mí, las risas no faltaban esa noche al igual que la nostalgia del momento, cada uno empezó a hablar sobre su vida de manera animada. Gon era un guardabosques y Killua era guía turístico, priorizaban la vida de los animales por sobre todas las cosas, protegiéndolos de los cazadores, en sus tiempos libres ayudaban a tía Mito en su pequeño restaurante.

Lía se había convertido en jefa de enfermeras y yo jefe de carrera, trabajos muy exigentes pero que nos permitían una buena vida al lado de nuestro hijo sin olvidar a nuestra dulce niñera Senritsu, una joven estudiante de música que enseñaba piano a Allen.

Con Allen ya dormido y en su habitación la plática había escalado a nuestros recuerdos en el hospital psiquiátrico, los cuatro no podíamos evitar recordar todo con cariño y enojo, el trato a los pacientes no era el mejor, los doctores solían ser unos acosadores solapados por los guardias, no era todos los trabajadores ya que muchos de ellos eran realmente gente buena, pero su trabajo era opacado por los demás.

Amablemente Gon me habíapedido una foto de Kurapika ya que quería ponerlo en su propio altar, con undolor de pecho y lleno de duda busque la pequeña caja donde tenía las memorias,todos empezamos a verlas con tristeza recordando cada uno de los momentos,algunos los reservaba para mí como la de nuestras manos o de nuestros piesdonde solo éramos nosotros dos. Todo iba bien, hasta que señalo una foto tomadapor el dónde sonreía después de la disputa de comida.

Por instinto la tome antes de que me fuera arrebatada, mi reacción no fue la mejor y lo veía en la cara de duda de los demás, sentía que eran fotos mías y solo mías, no quería que me quitasen lo único físico que me recordaba a él, sin decir una sola palabra me retire a mi habitación mientras podía escuchar como Lía les pedía disculpas y les indicaba sus habitaciones.

No tardó en llegar fuerade la habitación pidiéndome de manera tranquila que le abriese, pero solo podíamantenerme pegado a la puerta sostenido con mucha fuerza las fotos contra mipecho, las suplicas de Lía sonaban cada vez más molestas, sabía que me comportaba como un niño, pero no podía levantarme, ni dejar de hacerlo.

- "Leorio, yo sé que no soy quien amas y sé que su recuerdo es lo más importante para ti, si fuera por ti arreglarías el pasado, pero quiero ser egoísta y pedirte que me mires a mí, que mires a Allen y que pienses más en nosotros, en tu familia."

Cansada de la situación solo atino a decirme que dormiría con Allen y que el día de mañana hablaríamos seriamente, mientras los pasos se escuchaban lejanos aproveche para tirarme en la cama sin dejar en sus palabras, "...arreglar lo que había pasado", mentir no serviría, evidentemente lo había pensado, una y otra vez hasta pensar en formulas para revertir el tiempo, sabía que estaba mal y durante un tiempo deje de pensarlo centrándome en mi presente, pero ver esa sonrisa nuevamente me hizo perder la razón.

Una historia en mi cabeza, una vida alterna que pudo haber sido, un sueño imposible de cumplir, esos eran mis pensamientos desde el día en que el falleció, amaba mi vida actual, pero era inevitable desear más, a una persona en ella, algo egoísta teniendo en cuenta a mi dulce esposa. El sueño y los pensamientos poco a poco invadía mi cuerpo hasta caer de lleno sobre las frías sabanas con llamados lejanos de una dulce y escandalosa voz.

- "Leorio, Leoriooooo... despiertaaaaa."

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La historia aun continua, mis pequeños lectores.♡