Hermanos

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Capitulo 22

Habían pasado horas para que Wenbin por fin tomara la decisión de visitar ese lugar. El mayor detuvo sus pasos frente a aquellas rejas impidiendo su entrada a la gran mansión que se mostraba más adelante.

- esto es propiedad privada - dijo aquel guardia acercándose a la reja para advertir al mayor - no debería estar aquí -

- solo vengo de visita - respondió tomando el borde de su camisa para descubrir su hombro derecho y dejar ver la cicatriz cerca de este, algo que el guardia reconoció casi al instante - es posible que pueda ver a mi hermano? -

- s-señor Kang - le llamó sin poder creer a quién veía.

- has crecido mucho, Sungmin - dijo con leve sonrisa.

Después de mucho tiempo, Wenbin había vuelto a su lugar de origen, solo que ahora no era capaz de llamarle hogar. Se adentró a la mansión guiado por aquel tipo alto y fornido, los pasillos llenos de cuadros y retratos familiares le hacían sentir más como un extraño que parte de ese sitio, sin embargo, después de tantos años aún podía recorrer cada parte de esa mansión sin perderse. Ahora era un desconocido en aquel lugar lleno de recuerdos de los que alguna vez formó parte y su familia ya no estaba a excepción de su único hermano.

Al momento de que las puertas dobles se abrieron pudo observar que aquella habitación no había cambiado nada, tal y como su padre la había dejado, aquel mayor se encontraba sirviendo un trago para si mismo cuando le llamó el hombre que acompañaba a wenbin y este volteó a ver algo sorprendido por la visita inesperada.

- oh vaya, pero mira quién llegó! - esbozó una sonrisa - casi ni te reconozco -

- ha pasado mucho - dijo acercándose.

- no te alegra verme? -

- me alegra saber que has estado bien, Byung Hun  - respondió tomando asiento en uno de los sillones - en verdad me alegra verte -

- has estado viviendo bien? - preguntó ofreciéndole una copa de ron.

- de maravilla después de que tus hombres me dejaran en paz -

- aún sigues rencoroso por lo del accidente? - preguntó al sentarse frente a él con su copa en mano.

- la cicatriz en mi hombro me recuerda muy a menudo eso -

- siendo honesto, esa varilla debió atravesar tu corazón y no dejarte vivo -

- me alegra ver que aún tienes aprecio por mi vida, hermanito - el sarcasmo era obvio.

- Te diré lo que me tiene curioso... - dejó su copa sobre la mesita a su lado y le vio fijo - que no hayas venido aquí por una reunión familiar -

El mayor divago un poco sobre su respuesta, pero era de saber que el contrario ya tenía idea de lo que estaba haciendo ahí - Me he perdido de mucho desde mi partida y desde que tomaste el poder -

- ahora te interesan los asuntos de tu hermano? - alzó la ceja.

- tus asuntos no - corrigió - los de papá -

El contrario puso los ojos en blanco y resopló en señal de aburrimiento - no me vengas con un sermón -

- Estás deshonrando la memoria de nuestro padre - comenzó a decir.

- claro que no - negó - sus leyes siguen intactas -

- permitiste a esos italianos adentrarse al país -

- bueno...casi intactas -

- sabes lo que esto significa -

- no necesito un consejero, Wenbin - soltó cansado  - sé lo que hago -

Reyes de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora