Capítulo 40

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Nota:

Mis queridos lectores, debido a que mis últimos capítulos sobrepasan las diez mil palabras he decidido dividirlos para que me cueste menos la corrección de ellos (aunque siempre se me pasa algún error por alto), pido y me disculpen ya que ustedes tenían en mente el número exacto que faltaba para finalizar 🙇🏼‍♀️🙇🏼‍♀️

Por favor, siéntanse libres de escoger la cantidad de capítulos extras que tendrá esta historia.









. . .

–es solo una sugerencia...–habló el señor Martinelli –deberiamos firmar los papeles de acuerdo lo antes posible para salir de esto–

–No entiendo cuál es la prisa si de todas formas lo haré –dijo Hae Soo cruzado de brazos.

Esperaba encontrar a jungkook y Seokjin esa tarde, pero tal parece que no planean volver del funeral todavía. Afortunadamente, el celular del señor Martinelli sonó antes de que pudiese decir alguna otra palabra y su atención fue desviada a aquella llamada que le hizo sonreír.

–¿Sobrino? –pregunta entusiasta –¿Cómo está la familia?...–salió del lugar para continuar con su charla –oh, por supuesto. Ya tenemos los preparativos, vendrán a la fiesta de compromiso, ¿Cierto?–

Finalmente se recargó sobre el respaldar de la silla y dejó escapar un suspiro agotador. Mañana será un día aún más molesto que este.

Llevó sus dedos hacia sus labios, evocando el recuerdo del beso que le había dado a Woo Bin. Aunque fue repentino, Hae Soo no sentía arrepentimiento alguno. Sin embargo, una sombra de duda se cernía sobre él, temiendo que Woo Bin lo evitara a partir de ese momento.

–Maldita sea...–soltó en voz baja, cubriendo su rostro con sus manos –¿Ahora qué hago?–

Su celular sonó de repente, llamando la atención del mayor ante el inesperado mensaje de Park, frunció el ceño al ver que lo que había mandado era en realidad un vídeo junto con un mensaje que no entendió en ese instante.

"Yo hice lo que tú no pudiste"

Frunció el ceño antes de reproducir el video. En la pantalla, unos tipos parecían estar golpeando a un chico. Le resultaba difícil ver su rostro, ya que uno de los hombres bloqueaba el ángulo con su cuerpo y la voz masculina de Park en el fondo, no dejaba de soltar una risita.

"Maldita escoria"

"Cómo te atreves a venir aquí"

Cuando finalmente pudo reconocer al chico, un escalofrío helado recorrió su espalda.

–¿Qué mierda...?–

Abrió los ojos en demasía al reconocer al hijo menor de Kim, otro mensaje llegó de la nada, llamando toda su atención.

"Disfruta del dolor que sentirá tu enemigo después de esto y no me lo agradezcas"

De pronto, la impotencia y la rabia se mezclaron en su pecho, creando un nudo que le dificultaba respirar. Sentía una desesperación profunda, una necesidad urgente de hacer algo, no fue consciente cuando ya estaba de salida, ignorando al señor Martinelli y las miradas de Mónica junto a su madre. Tomó el auto totalmente decidido a presentarse en el lugar que, afortunadamente logró reconocer en el vídeo, y con un leve, pero persistente cosquilleo en sus nudillos que le hacía desear tener presente a Park para molerlo a golpes.

Estaba molesto, su mente se había nublado y sin embargo, tenía en claro una sola cosa, no quería que nada malo le pasara al chico. Woo Bin ya ha sufrido lo suficiente como para que una mierda como esta le ocurra sin previo aviso.

Reyes de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora