Reyes de la mafia

Capítulo 36

De todos los errores que pudo haber cometido, este sin duda era el más grave. Perder a Taehyung de vista amerita un golpe por parte de su hermano y realmente sentía que lo necesitaba, entró a esa cafetería en la que se supone que debía estar el pelinegro, pero no encontró nada y ya había pasado mucho tiempo de no verlo salir. Preguntó a una de las mujeres que atendía el establecimiento, pero tal parece que no tienen idea de quién hablaba. Sacó su celular y fue al baño a encerrarse completamente solo para que nadie le escuchara ser regañado por su hermano, pero apenas logró entrar cuando le tomaron a la fuerza y lo arrinconaron contra la pared.

- eres demasiado predecible -

- Taehyung? -

- Qué carajos haces siguiéndome? -

- yo tampoco estoy muy contento - se soltó de su agarre - ahora mismo estaría relajado en casa -

- entonces vete - se cruzó de brazos - nadie te está deteniendo -

- debo vigilarte -

- no necesito niñero - se dirigió a la puerta ignorando al rubio.

- es para que no cometas otra estupidez - recogió su teléfono del suelo - con la llegada de los Martinelli debes estar muy fastidiado -

Se detuvo de golpe cuando le escuchó - a qué te refieres? - volteó a verle.

- tú más que nadie debiste saber el día exacto de su llegada - se cruzó de brazos - se supone que te llevas de maravilla con jungkook - le recordó.

Ahora el día se volvió aún más fastidioso cuando supo que los padres de Mónica ya estaban en Corea y el porqué jungkook no le ha respondido las llamadas, es demasiado frustrante cuando no está con él y le es imposible no molestarse por el simple hecho de haberse enterado muy tarde sobre los Martinelli.

- ni se te ocurra seguirme - le advierte.

Dejó a Félix un tanto confundido y optó por no seguirlo en ese instante debido al evidente enfado que mostró en su rostro después de informarle sobre la llegada de esos italianos.

- creo que hablé de más -

Ahora con la llegada de esos dos sin duda alguna todo iría a peor y ninguno podría predecir lo que pasará de ahora en adelante.

Jungkook, por otra parte, no estaba seguro de cómo reaccionaría Taehyung si se entera de que ellos ya están aquí y que él no llegó a decírselo, solo esperaba no tener una discusión y que fuese capaz de entender que ahora no tiene control de lo que pueda ocurrir más adelante. Estaba de pie frente a aquella ventana, sumergido en sus propios pensamientos, la luz del atardecer se filtraba a través de las cortinas, pintando el suelo de tonos dorados y naranjas. El tiempo se detuvo, como si el universo hubiera decidido concederle un instante eterno para reflexionar, y en medio de todo el caos que ocurre a su alrededor, sus ojos se cerraron, incapaz de ver la realidad que estaba frente a él y creer que todo es su culpa no le ayudaba en absoluto.

Su padre llegó segundos después y el hecho de que no notase su presencia le hacía saber lo mal que la estaba pasando.

- creo que no hace falta preguntar cómo estás -

Jungkook volteó hacia su padre apenas habló - se supone que deba estar feliz? -

- no exactamente - le dijo cuando se detuvo a su lado.

- No creí que fuese a lamentarme tanto...-

Su mirada se mantuvo fija en aquel atardecer esperando que el dolor de su alma cesara.

- cuando me dijiste sobre el compromiso - continuó - ví una oportunidad para mí únicamente, algo que me beneficiaría y por esa razón no protesté -