Capítulo 29

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Desilusión

...

Aquel chico se encontraba sentado bajo la sombra de un árbol mientras reposaba su espalda en el, era un día tranquilo en el que se podía disfrutar de la calma y serenidad en compañía. Hae Soo permanecía concentrado en cada trazo y cada línea que hacía, para él los dibujos a mano eran una forma de meditación.

- Hae Soo! - aquel llamado provocó un error en su obra maestra.

Chasqueó la lengua algo molesto por la repentina interrupción, pero su disgusto desapareció por completo al cruzarse con la mirada de Woo Bin.

- A qué se debe tanta alegría? -

- bromeas? - preguntó indignado al sentarse a su lado - es tu cumpleaños y me preguntas porqué estoy feliz? -

- oh, cierto... -

- en verdad no lo recordabas? - es increíble que Hae Soo no le prestara atención ni a sus asuntos.

- es que...no es algo que tenga tanta relevancia para mí -

- bueno... - sacó de su mochila una pequeña cajita color dorado - para mí si -

Hae Soo frunció un poco el ceño cuando tomo la cajita con el pequeño listón adornando - en serio te tomaste la molestia de conseguirme algo? -

- no me subestimes... - dijo con firmeza - por poco y no lo consigo, así que agradece -

El contrario abrió la cajita viendo el interior de esta y una ligera sonrisa apareció en su rostro, tomó la cadena para verle a detalle, de plata y cuyo colgante era la letra J. Fue algo muy original viniendo de alguien como Woo Bin.

- realmente sabes cómo sorprenderme -

- bueno...pensé que en lugar de brindar como las otras veces, podría darte algo especial para variar -

- no era necesario -

- me voy a ofender si no lo aceptas -

- está bien - exhaló.

Jamás se habían regalado algo entre ellos, lo único que Hae Soo hacía era brindar cada año y bailar la misma canción junto a Woo Bin, pero está vez le sorprendió con un obsequio.

- oh... - dijo Woo Bin al notar aquel paisaje que había dibujado el contrario en su cuaderno - eres muy talentoso -

- así es, pero alguien llegó a interrumpir destruyendo mi obra - le vio fingiendo molestia, pero el chico sonrió ingenuo.

- lo siento?... -

- da igual... - dejó el dibujo a un lado - por alguna razón es difícil enojarme contigo -

- Eso es un detalle que agradezco -

Hae Soo acercó un poco su rostro a este - solo espero que no te aproveches -

Woo Bin sintió un escalofrío cuando lo tuvo cerca, de hecho, desde que lo conoció jamás pudo dejar de sentirse prisionero de sus emociones. Aquella mirada profunda y sincera le ponía en un estado alterado de consciencia, como si de hipnosis se tratara, su risa, contagiosa y ligera no era más que una hermosa melodía para su alma. Hae Soo pudo notarlo, aquel nerviosismo del chico era algo que realmente le gustaba y ni siquiera sabía la razón exacta del porqué.

Reyes de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora