𝓡.𝓐.𝓑. ♡ 𝒜. .𝒟'𝒱. ⤑ 𝓡𝓮𝓰𝓾𝓵𝓾𝓼 𝓑𝓵𝓪𝓬𝓴

VI | Momentos.

—¿Crees que me veo bien?

Evadne miró a Aurore durante unos momentos en los que se mantuvo en silencio, detallando el aspecto de su amiga.

Llevaba el cabello normal por primera vez desde hacía dos años, y le sorprendía bastante volver a ver aquellos rizos en aquel cabello blanco.

—Parece que tienes una nube en la cabeza —le dijo Alaska, alargando uno de los rizos hasta que se veía liso y luego soltándolo para verlo tomar su forma de nuevo—. No es necesariamente malo —añadió al ver la expresión amenazante de Evadne.

—Te ves bien, Meissa —admitió la morena—. Hacía tiempo que no te veía con el cabello al natural, ¿qué te hizo cambiar de opinión?

Ella se encogió de hombros, recordando que había evitado deliberadamente contarles acerca de la promesa que le hizo a Regulus.

—Quería un cambio —mintió—. Lo más probable es que solo sea por hoy, la verdad es que no me encanta, pero ya vamos demasiado tarde como para cambiar de idea.

Se ajustó mejor la túnica, y salió de la habitación antes de poder arrepentirse de su decisión.

Bajó a la sala común, y duró unos diez minutos recibiendo regaños de un enojado Adam antes de poder salir de su sala común. No la había echado del equipo, pero estaba segura de que lo haría tan pronto fuera posible.

Las tres amigas entraron al Gran Comedor, y Aurore ignoró completamente las cabezas que se giraban en su dirección. Alaska parecía divertida en tanto ella recibía adulaciones por su aspecto.

—No pensé que mi cabello causaría tanto revuelo —admitió ella. Sentía el claro sonrojo en sus mejillas.

—Tu cabello siempre ha causado revuelo, Meiss —le recordó Evadne.

La chica aún podía recordar como en su primer y segundo año su amiga era toda una sensación por su particular cabello blanco, incluso ella se había acercado la primera vez para preguntarle cómo había logrado decolorarlo así. También recordaba que Aurore la había odiado casi todo el año por esa insinuación.

Y aún seguía siendo igual de llamativa, todos los años los de primero se mostraban impresionados con su apariencia, cosa a la que ella ya se había acostumbrado.

Aurore se encogió de hombros, tomando un cuenco de gachas de avena mientras Alaska les hablaba de lo horrible que era la redacción de Historia de la Magia.

—¡Profesor Slughorn! —lo llamó Aurore apenas salieron del comedor.

El hombre se volvió a verla y le sonrió con cortesía.

—¿Le molestaría dejarme el salón en la tarde? Black y yo queremos practicar una poción que se le dificulta.

El profesor sonrió, encantado.

—¡Oh, claro, claro! —asintió Slughorn—. Admiro lo comprometidos que estáis con la causa, no esperaba menos de ustedes. Por supuesto que tendrá el salón, señorita Di' Vouvant.

Ella sonrió.

—Muchas gracias, profesor.

—Por cierto, el cambio de apariencia le ha sentado bien.

Ella le agradeció con una sonrisa antes de dirigirse hacia el salón de Transformaciones, donde tenía su primera clase.

Apenas entrar al salón divisó a sus amigas, e ignoró que más de la mitad de las cabezas allí presentes se volvieran a mirarla.

Se sentó junto a Alaska y Evadne. La primera señaló indiscretamente hacia un punto detrás de Aurore.

Ella se giró, y se encontró con el sonriente rostro de Regulus.