Los TIMOS habían finalizado, y Aurore sentía que podía respirar con un poco más de facilidad, pero, a la vez, sentía como si el largo camino que recorría hasta la horca estuviera llegando cada vez más rápido a su fin, por muy melodramático que se escuchara.
Contaba con una semana de tranquilidad más, y eso la tenía sumamente nerviosa.
En la explanada del castillo, frente al lago y debajo de un árbol, Barty le rodeaba los hombros con un brazo y con el otro rodeaba los de Pandora, quien veía con diversión la mala cara de Regulus.
—¿Pasa algo, Reg? —preguntó Dora con sorna.
—Sí, tengo la impresión de que quieres ahogarme en el lago —repuso Barty de forma distraída.
—No necesito un motivo para querer ahogarte en el lago, Barty —respondió Regulus de malas.
Claire disimuló su risa con una tos, mientras Devon alzaba y bajaba las cejas en dirección a Aurore, que giró los ojos y se quitó de encima el brazo de Barty, para satisfacción de Regulus.
En su lugar, la chica se sentó entre Regulus y Severus, quien no levantó la vista de un pesado libro de plantas.
—¿Quieres ser Herbólogo? —preguntó ella con amabilidad.
Severus la miró bajo sus pestañas antes de volver a bajar la mirada al libro, sin responderle. Ella no se molestó, porque el chico solía ser así con ella, y sabía el motivo exacto por el que era tan antipático, por lo que no se tomaba muy a pecho el rechazo de Snape.
Su amistad con los merodeadores era algo que era considerado una fibra sensible entre el grupo de Slytherin, por lo que nadie lo mencionaba, pero Severus era algo diferente. Su antipatía con Aurore era algo más personal porque, para él, ella era como uno de ellos, aunque nunca se hubiera metido con él.
Regulus tomó de la cintura a la chica y la acercó a él como si no pesara nada, la sentó entre sus piernas y la abrazó desde la espalda antes de apoyar su cabeza en el hombro de la chica, que también apoyó la suya en la del azabache.
Las miradas de extrañeza de parte de los Slytherin no se hicieron esperar. Claire compartió una mirada cómplice con Pandora, Devon esbozó una sonrisa amplia, Barty frunció el ceño y Severus los miró con desagrado.
—¿Qué? —preguntó Regulus con dureza.
De inmediato empezaron a hablar entre ellos como si nada, desviando las miradas de los dos chicos.
Esta vez fué el turno de Aurore de sonreír con diversión.
Últimamente las muestras de cariño entre ambos chicos eran más usuales de ver, pero aún así seguía pareciendo extraño para la mayoría el verlos juntos.
Se quedaron un rato en silencio, solo escuchando las risas, los comentarios y las peleas de los chicos, quienes parecían muy tranquilos en comparación con Aurore, que cada día tenía las ojeras rojizas más marcadas por la falta de sueño.
Escuchó el suspiro de Regulus, que le hizo cosquillas en la línea de la mandíbula.
—Me gusta tu perfume —susurró él, solo para que ella lo escuchara.
—¿Ah sí? —murmuró ella—. No te lo pienso regalar si es lo que vas a pedirme, Reg.
El chico soltó una risa suave y las mejillas de Aurore se colorearon levemente, lo suficientemente sutil como para pasar como algo producto del calor.
—Eres insoportable, Aurore.
—No es la primera vez que me lo dicen.
Un nuevo suspiro de Regulus le hizo cerrar los ojos, deseando quedarse en ese momento durante mucho tiempo. Sin preocuparse por lo que podría pasar con ella unos días después, ni tampoco la cantidad de problemas que no podía contarle a nadie.
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𝓡.𝓐.𝓑. ♡ 𝒜. .𝒟'𝒱. ⤑ 𝓡𝓮𝓰𝓾𝓵𝓾𝓼 𝓑𝓵𝓪𝓬𝓴
Fanfiction❝ Todos siempre tienen un punto de quiebre❞ Regulus Black y Aurore Di' Vouvant son dos personas de caracteres diferentes, quienes aún con sus ideales contrarios son capaces de establecer una extraña amistad que con el tiempo empieza a ir más allá, p...