Abrí los ojos, y de nuevo estaba en ese vacío, como un océano infinito que cubría todo a la vista. De nuevo volvía a no sentir mi cuerpo; a sentir esa paz existencial, como si nada importara. Pero ya había vivido eso antes:
—¿Menuda hazaña eh? —dijo Omega con un tono amigable—.
—Sí, hemos acabado mal, pero al menos la salvamos...
—Hay que ver de lo que es capaz el hombre por una mujer.
—Ni siquiera sé por qué me he puesto así por ella; supongo que empaticé demasiado, porque sé lo que es tener un demonio adentro. Claro que ella al contrario de nosotros, estaba forzada y no era justo...
Guardamos silencio un rato. Pensé en mi mano izquierda:
—Omega, perdí mi mano, pero cuando dominaste mi cuerpo volvió a crecer, ¿tienes ese poder?
—Sí, tengo varias formas. En realidad, tampoco tuve que esforzarme demasiado. El problema es que tu cuerpo endeble me limita bastante, debería haber hecho énfasis en eso y entrenarte...
—Parece ser que al final se podría decir que soy afortunado de tenerte... Aunque, bueno, ya no importa. Estoy muerto...
—Algo me dice que no vas a morir. No sé, es una corazonada que tengo.
Mientras conversábamos, sentí un fortísimo dolor:
—¡Auch! Creía que en el vacío no podía sentir dolor... —dije mientras me apretaba fuertemente el pecho—.
Cerré los ojos y empecé a escuchar sonidos de gente muy alterada, ruedas moverse y oí decir: «¡Tenemos pulso, traigan rápidamente el equipo de respiración artificial!», justo antes de dejar de oír nada más.
Un rayo de sol cálido daba en mi cara desde la ventana cuando empecé a abrir lentamente los ojos. Estaba en una camilla de hospital, conectado a varias máquinas. Tenía todo el cuerpo vendado y Edea dormía sobre la cama.
—¡Eh! —dije con dificultad mientras movía lentamente mi mano sobre la suya—.
—¡Estás despierto! —dijo ilusionada—, ¡me has tenido preocupada estúpido! —mientras me arreó un puñetazo en el pecho—.
—¡Auch! ¿Estás loca? —le dije enfadado—.
—No vuelvas a hacer que me tenga que preocupar tanto... ¡Idiota! —replicó sonando bastante más entrañable—.
—Si prometes no volver a pegarme mientras estoy herido —le contesté mientras me reía con dificultad—. Por cierto, gracias por salvarme la vida.
Ella se levantó sin decir nada, se dio la vuelta y se oyó un pequeño "SNIF" mientras se llevaba la manga a los ojos...
—No. Gracias a ti por sacarme de ese infierno... te debo la vida —dijo, mientras no podía evitar emocionarse—.
Se giró de nuevo hacia mí y al verla colorada y con los ojos brillosos, desbordados por las lágrimas, mi corazón se estremeció: «¿qué es esto que siento?», pensé:
—Eso es lo que conocemos en el inframundo como decadencia humana, o como lo llamáis vosotros, amor —dijo Omega en mi cabeza mientras reía—.
Al escucharlo me puse tan morado que Edea al verme se asustó y salió corriendo por el pasillo gritando ayuda. La pobre pensaba que me estaba dando algo de nuevo:
—Esta chica, parece que esté loca, y es muy malhablada; pero en su locura, reluce ternura. Seguro que cae. ¡Se acabó la virginidad! —dije confiado, mientras Omega se tronchaba de la risa—.
Dos meses después.
Me volví a reunir con la señora que nos contrató, y esta se alegró tanto de recuperar su casa, que me dio una propina extra. Le conté todo lo que había pasado de una manera entendible para los no creyentes, pero igualmente ella mostró su miedo. Por ello acabó poniendo la casa de Nimbus finalmente a mi nombre. Y no volví a verla hasta mucho tiempo después.
Volví a encontrarme con Edea y le propuse, siendo cazarrecompensas como yo, que se uniese a mi pequeño clan paranormal. Tras largo tiempo intentando convencerla, un montón de puñetazos y rechazarme infinidad de veces a la propuesta de trabajo tanto como la de casarse conmigo, al final, accedió a unirse a mí como cazarrecompensas, y pasó a convertirse, en la segunda "Cazadora de Leyendas Urbanas...". En mi esposa ni hablar... Y es una pena, pero, tiempo al tiempo...
Estábamos en la oficina comiendo pizza...
—Oye dame un trozo de la tuya —dijo Edea con su pizza ya terminada—.
—Y una porra, no pienso compartir la pizza —dije molesto—, por ahí sí que no paso.
Mientras forcejeábamos luchando por el último trozo, alguien entró por la puerta de un gran portazo, pero esta vez, por increíble que parezca, no se cayó el cartel de la puerta. En el instante del susto cogí la Dojigiri que tenía apoyada en el lateral de mi escritorio y me puse en guardia. Edea igualmente puso sus manos en su arma.
Al ver quien era nos calmamos. Era "El Negro", el dueño del disco pub donde trabajé para pagar mi negocio...
—¡Gabriel! ¡Edea! Ha pasado algo horrible —gritó desesperado mientras hiperventilaba—.
—¿Qué demonios pasa, Jack?
—¡El hospital abandonado que me contaste! ¡El de tus amigos que enterraste! He pasado por allí y lo habían derribado entero y no solo eso. Hay una persona que va cada noche allí y se la pasa en el centro de la explanada esperándote.
—¿Esperándome? ¿A mí? ¿Cómo sabes eso? —pregunté extrañado mientras volvía a sentarme—.
—El tonto de Félix, en una de sus borracheras se acercó a él, y me contó que las únicas palabras que le oyó decir fueron las de «¿Dónde está Gabriel de León?». Que sepamos, amigo, en el pueblo de San Javier no hay otro con un nombre tan estrafalario.
—Félix es un borracho que frecuenta tu bar todos los días, ¿cómo quieres que le crea?
—Félix me llamó del hospital... Pobre Félix... Por lo visto después de hablar con él empezó a caérsele las uñas enteras, se le gangrenaron los pies, las manos y se le ha caído el pelo. Los médicos no tienen ni idea de qué le pasa, parece obra como de una maldición o algo... —dijo Jack con tono muy apagado, casi llorando—.
Guardé silencio, me levanté y puse la Dojigiri en mi cinturón. Abrí la caja fuerte, cogí un par de cosas y mientras colgaba mi chaqueta sobre mi hombro antes de salir, puse mi mano sobre el hombro de Jack en señal de apoyo y le dije a Edea:
—¡Vamos! Veamos de quien se trata...
"Cuando la desesperación desborda y aflora por los poros de la piel, la oscuridad del corazón mana de ella de una manera tan fuerte, que no hay luz que la elimine..."
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El Cazador de Leyendas Urbanas Vol.1
TerrorPrimera entrega de mi trilogía ya acabada. El primer libro está completo, pero la historia no. No os preocupéis, subiré el siguiente dentro de poco y para los más impacientes; dejaré al final los enlaces donde poder conseguirlos todos. Descripción:...