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La ojiazul estaba como loca,no paraba de pensar en aquellas acciones del de trenzas,pero aún asi,le hervía la sangre.
¿Acaso el la amenazó?
Si Y por eso se odiaba,odiaba que sus instintos no le funcionaban,el de trenzas ya le había echo demasiadas señales,pero ella cayo de todas formas,sentía que se hacía débil al lado de el,y también odiaba eso.
-señorita Fox! Me preocupo ayer,está bien?-pregunto el de barbas atrayendo la atención de la ojiazul.
-si Robert,solo algo...ajetreada-solto un suspiro cansado y apoyo su frente en sus manos,le ardía la cabeza,ayer tomo demasiado.
-quiere que le traiga unas pastillas para el dolor?-pregunto con preocupación,la ojiazul le gustaba que el hombre se preocupara por ella
-no es necesario,ya se me pasara-respondió firme sin quitar la vista de su computador
-esta bien..-segundos después el de barbas se retiró,la ojiazul pensaba y pensaba en aquel hombre,sintió placer cuando aquel hombre la toco,cosa que ningun otro pudo hacer y eso le causaba intriga,hasta donde podrá llegar su jueguito siniestro? El mensaje de ayer no lo respondió,no le interesaba,o bueno,no lo suficiente como para responderle,para luego llegarle uno tras otro,uno más obsceno que el anterior.
Por alguna extraña razón ella reía silenciosamente de nervios,y se preguntaba..."que carajos me pasa? " ella no era así,el la hacía sentir aquello,cambiar,y eso le aterraba.
«quiero verte»
Fue el único mensaje del guitarrista,no sabía que responder,tampoco quería hacerlo,tal vez quería verlo? No estaba segura no un poco,solo pensaba en cosas sucias,y eso era una parte de ella que nunca mostraría,menos con el.
Sintió una presencia familiar tras ella,su cuerpo comenzó a temblar desprevenida mente,sintio el toque de unos dedos fríos que le resultaban familiar,ni siquiera se dio vuelta ya sabía de quién se trataba
-si no te respondí,es por qué no quiero verte-hablo la ojiazul sin mirar atrás,era algo que jamás haría,mirar atrás.
-pues,yo necesitaba verte,megan-su voz ronca hizo estremecer ala pelinegra.
-como entraste?-pregunto mientras buscaba unos papeles en su escritorio,pero no se daba vuelta,aún así el de trenzas miraba penetrantemente ala pelinegra,cosa que aún más le causaba escalofríos ala ojiazul.
