Capitulo 18

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Sabia que no iba a ser fácil desde que entre y mas ahora, mi cabeza daba vueltas y no podia dejar de mirarlo, Ethan estaba solo viendo quien llegaba

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Sabia que no iba a ser fácil desde que entre y mas ahora, mi cabeza daba vueltas y no podia dejar de mirarlo, Ethan estaba solo viendo quien llegaba.

— Es ahora o nunca. — Iba ir directo con las hermanas Carpenter.

— Antes que de vayas. — Me tomó de la mano y me jalo hacia el, pegándome a su cuerpo. — No voy a ser nada apresurado pero el tiempo cuenta y no sabemos si lo tememos.

— ¿Qué me quieres decir?

— Se que no puedo ser correspondió de esa forma aun pero amo todo tu ser y te amo a ti y voy a hacer cualquier cosa para que estes a salvo. — Sentí un cosquilleo dentro de mi.

Este me beso por última vez antes de irme solo que esta ves se sintió más amargo ese beso, había un sentimiento nuevo de mi hacia el que esperaba después de esta noche cambiara, y quise pausar el tiempo por un momento a pesar de todo porque tenía miedo y nada me detendría de no tenerlo, alguien podría no salir vivo de aquí. Y si tenía que ser yo, la verdad no me importaba del todo. Ese cosquilleo se convirtió en un malestar en el estómago que me advertía de los nervios que me consumían, quería lanzarme a llorar como niña chica y decir que no quería estar aquí y que si, era una completa cobarde, pero ¿me pueden culpar? Estoy en un acorralamiento mientras quien sabe que pase.

Lo mire a los ojos una última vez.

— ¿Puedo confiar en ti?

— 100% no lo dudes. — Puso su mano levantando el meñique porque sabía que era algo sagrado para mi.

El infantil acto de prometer algo. Pinky promise.

Levante mi meñique y lo cruce con el suyo. Me percaté de cada uno de sus gestos del rostro, todo era raro hace una semana estaría peleando con el sabiendo en el fondo que lo hacía para llamar su atención y ahora estoy viendo a detalle pasando mi mirada por cada parte de su rostro para grabarlo en mi mente.

Veía sus labios rosados, su labio de abajo era más grueso que el de arriba. Su nariz recta. Sus ojos ovalados y cafés. También sabía que si sonreía se le vería la sonrisa con sus dos dientes de enfrentes más pronunciados de los demás pero perfectamente rectos. Si sonreía una última vez, vería sus cejas levantadas de las puntas más pronunciadas y pobladas como me gustaban de él. Veía sus bellos del bigote apenas queriendo salir. Y sus mejillas enrojecidas. Su cabello caía en su frente, cada rulo marcado como cada rutina que se hacía cada mañana cuidándoselos.

— Es hora. — El me vio a los ojos y me volvió a besar.

— ¿Estas consciente que aún soy menor de edad y tú ya eres mayor?

— Perfectamente pero solo es un año. — me reí junto a él.

Di un soplido y me despedí. No separaríamos cada quien por un lado.

Corrí y pude escuchar lo primero. El primer acontecimiento.

Escuche gritos.

Corrí hacia donde eran y al bajar unas escalera llegue a donde estaban, era Chad y Tara. Chad luchaba contra uno de los Ghostface.

traidor, Ethan LandryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora