Fogata

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Después de que Alby le enseñara algunas cosas y sus funcionamientos, le dijo todo lo que sabía del lugar, y aunque no le ayudo mucho con sus dudas, ella le agradeció que le ayudó en lo que pudo

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Después de que Alby le enseñara algunas cosas y sus funcionamientos, le dijo todo lo que sabía del lugar, y aunque no le ayudo mucho con sus dudas, ella le agradeció que le ayudó en lo que pudo.

Genesis estaba sentada, tenía su espalda recargada contra un muro, estaba bastante alejada de los demás, y era justo lo que quería, necesitaba pensar, miraba el claro y como todos trabajaban, la chica admiraba todo con cierta tristeza, pues estaría encerrada ahí, y si ellos llevaban tres años ahí dentro, ella también estaría mucho tiempo entonces, miro su atuendo y frunció su ceja, una camisa gris con rayas negras sin mangas, un pantalón azul oscuro, unas botas y un suéter negro.

La menor dejó de mirar su ropa y observo el lugar, era grande y espacioso, pero el hecho de tener cuatro paredes a cada lado la iba a volver loca, y más si en la única salida habían monstruos devora humanos, según lo que Alby le había dicho, penitentes.

La chica vio como el rubio llamado Newt pasaba hacia el huerto, lo observó de arriba a bajo, analizando su cuerpo y rostro, frunció su ceño al darse cuenta de que cojeaba, quería preguntar, pero a la vez no, decidió olvidarse de aquel curioso detalle y observo su cuerpo, era delgado, pero parecía tener un cuerpo bien formado debajo de la ropa, subió la mirad a su rostro, su cabello rubio se pegaba a su rostro por lo mucho que estaba sudando, hacia muecas y apretaba su mandíbula, haciendo que esta se marcara aún más, bajo la vista a sus manos que tenían una pala mientras cavaba, se mordió el labio al notar las venas que resaltaban con mucha más facilidad en sus brazos por la fuerza que utilizaba.

—Santa madre...— murmuró mientras miraba embobada sus manos.

Y como si el chico hubiera sentido la mirada de la joven, paró de hacer su trabajo y se enderezó, recargo su brazo en la pala con la que anteriormente estaba cavando en aquel huerto y comenzó a buscar algo con su mirada acaramelada, buscaba a quien lo estaba mirando, sentía una mirada en el y quería saber de quién era.

La mirada de la muchacha se topó con la de el segundo al mando, la joven se sonrojo al darse cuenta de que la había atrapado mirandolo descaradamente, rápidamente apartó su vista de el para no avergonzarse aún mas de lo que ya estaba.

Sintio una presencia a su lado y miro para ver de quién se trataba, encontrándose con un chico de lunares, Thomas, este le dio una dulce sonrisa que a ella le calmó todo tipo de sentimiento de preocupación.

—¿Cómo te sientes?— preguntó el chico mientras miraba a la castaña a su lado.

—Supongo que bien— respondió la menor con indiferencia en su estado emocional.

El chico la miro un poco más, dándose cuenta de que no estaba bien, pues su labio inferior temblaba ligeramente, miraba a la nada, y aunque apenas la conocía y no sabía absolutamente nada de ella, podía decir que la chica enserio nesesitaba ayuda, y esperaba estarse equivocando, pero las bolsas negras debajo de los azulados ojos de la chica decían lo contrario, como los pequeños rasguños que tenía en sus brazos.

𝗚𝗘𝗡𝗘𝗦𝗜𝗦 [Minho, Newt, Thomas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora