Soulmate [Hunhan]

Capítulo 16

Suho se encontraba regresando de la cafetería cuando vio a varios doctores y enfermeras correr hacia la dirección de la habitación de Luhan, no pudo evitar pensar lo peor y se apresuró a seguirlos, pero le prohibieron la entrada al llegar a la puerta.

-Disculpe, no puede entrar -lo detuvo la enfermera-los doctores necesitan calmar y estabilizar al paciente.

¿Estabilizar? ¿Qué le había pasado a Luhan?

- ¿Qué le pasó? -se apresuró a preguntar.

-Todavía es muy pronto para decirle, por favor espere a que el doctor a cargo salga.

Suho la miró como si estuviera loca ¿no sabía quién era? No podía esperar, necesitaba una respuesta en ese momento.

Estaba a punto de responderle a la enfermera cuando sintió una mano en su hombro.

-Suho ¿Qué pasó? ¿Todo está bien? -preguntó su esposo mirándolo preocupado.

-No sé qué está pasando... no me quieren decir nada -volteó a ver a la enfermera la cual se había quedado quieta sin decir nada.

-Yo... no puedo darles informes, tienen que espera al médico, lo siento -se disculpó-te-tengo que ir a ver a los demás pacientes. -la enfermera prácticamente huyó del lugar.

-Luhan está bien, él está bien -dijo Yifan intentando calmar a su esposo, aunque realmente lo decía para tranquilizarse él mismo-tiene que esta bien.

¿Cómo habían llegado a esa situación?

Hace seis meses su hermanito se encontraba bien, sí, tomaba medicamentos, pero su problema de feromonas estaba controlado.

¿Por qué tuvo que aceptar que viniera a Seúl?

Dentro de la habitación de Luhan los enfermeros se encontraban sujetando al paciente mientras el doctor a cargo suministraba un sedante para calmarlo. Poco a poco la respiración del paciente comenzó a hacerse más estable hasta que se tranquilizó por completo, los enfermeros y doctores suspiraron aliviados, era un paciente v.i.p y si algo le pasaba todos estarían en problemas.

Entre los enfermeros el que parecía más preocupado era el que había llegado a la habitación primero, al llegar vio como el joven intentaba rasgarse la piel del cuello de forma desesperada, como si intentara quitársela. Intentó detener al joven pero fue en vano, así que se apresuró a presionar el botón de emergencia. Afortunadamente la ayuda no tardó en llegar y la situación se controló bastante rápido.

Después de que el paciente se calmó fue su turno de curar las heridas, con mucho cuidado tomó un algodón con antiséptico y lo presionó suavemente sobre la piel, el paciente estaba dormido pero eso no significaba que no tuviera cuidado.

Las heridas eran bastante feas de observar, la piel estaba abierta y se podía visualizar el color rosado del musculo. Se veía doloroso.

Tenía que tener cuidado de desinfectar las heridas por completo, no podía arriesgarse a que se infectaran. Al terminar, tomó unas vendas y cubrió el cuello del paciente con éstas, se aseguró de fijarlas bien para que en caso de que el paciente sufriera de nuevo un ataque fuera difícil volver a lastimarse.

Por órdenes de sus superiores, el enfermero se quedó al lado del paciente hasta que estuvieran listos los resultados de los exámenes que le habían hecho, le habían dicho que el joven tenía un problema de feromonas por lo que era más seguro que un beta como él se quedara de guardia.

Varias horas pasaron hasta que el doctor regresó a la habitación acompañado de los familiares del paciente, su trabajo estaba hecho así que el enfermero hizo una reverencia y se retiró del lugar.