El pincel subía y bajaba sobre aquel lienzo en blanco. De a poco los colores amarillos y negros se iban mezclando intensamente, logrando alcanzar el tono perfecto.
El encierro para Hyunjin era perturbador pero posterior a su desmayo, ya no podía salir de casa. Solo le quedaba dibujar y ser un buen paciente para no ser internado de a lleno en la clínica. Así pasó toda una semana, y poco a poco su cuerpo iba decayendo.
No era el hecho de estar todo el tiempo en casa, si no, la necesidad que sentía de divisar aquello que le apretujaba la mente cada noche.Entonces decidió escapar en la madrugada y se propuso regresar antes del amanecer. Se escabulló por la ventana como si fuese ladron, sin hacer ruido. Corrió a prisa una ves fuera de casa y al llegar al río se sentó junto a él.
Sus pies chapoteaban en el agua y se dispuso a esperar con mucha paciencia la llegada de aquel pecoso. No fueron muchos los minutos cuando sintió a sus espaldas unos delicados pasos, ahí lo supo, no estaba solo.-Qué haces a estas horas en el río?- preguntó el pecoso encogiendo su cuerpo hasta llegar a la altura del menor.- Estaba preocupado, no tenía noticias de ti en toda una semana. Te sientes mejor? -más no hubo respuesta por parte del pelinegro.
-Hyunjin? Que te pasa?-se dispuso a mover su mano frente a los ojos del menor pero este ni siquiera pestañeó- Por qué finges que no puedes verme? Es muy incómodo.
El rubio se subió sobre el regazo de Hyunjin, posando las piernas a cada lado de los muslos del menor. Se acomodó perfectamente y miró profundamente sus ojos.
-Seguirás fingiendo que no me ves?-se acercó un poco a su rostro y besó la punta de su nariz, pero nada, no hubo ni una sola reacción-Ya detente Jinnie- dijo con los ojos cristalizados, casi a punto de llorar- No me evites por favor. Me lastima tu rechazo, hice algo mal?
Unas lágrimas brotaron por los ojos del rubio y Hyunjin no tuvo otra opción que mirarlo. Escuchar la forma en la que el pecoso lo llamó lo saco de su transe. Levantó ligeramente su brazo y acunó con su mano la mejilla izquierda de Yongbok secando de a poco sus lágrimas.
-Por qué lloras Boki-e?- la mirada de el pecoso se dirigió directamente al rostro de Hyunjin. Su cara de sorpresa lo decía todo.
-Como me llamaste? -preguntó confundido el mayor.
-Por que soy el único que puede verte?- preguntó el pelinegro cambiando completamente de tema.
-Por favor, no cambies de tema. Es importante para mí saber por qué me has llamado así.
-Por que es tan importante, hay algo que debería saber? Se que me ocultas muchas cosas así que no creo que algo de lo que me vallas a decir sea real.
-De hecho si. Hay muchas cosas que deberías saber. Pero primero responde mi pregunta- insistió el pecoso desesperado por saber la relevante noticia.
-Lo vi en un sueño-mencionó confundido.-Tal vez te suene raro, pero fue como si me hubiese transportado al pasado.
-Osea que me viste alli? Y que estaba haciendo?
-De hecho estábamos los dos, tú y yo. Parecía ser una cita, no lo se, no estoy seguro.
-De casualidad, traía un vestido puesto en tus sueños?
-Umnju. -asintio con la cabeza el pelinegro-Parecías una chica en serio.
-A ti te exitaba verme así-rió por lo bajo sin percatarse de esas palabras que se escuchaban absurdas a oídos del menor.
-Acabas de decir exitar? A que juegas Yongbok? Quieres explicarme esto de una maldita vez? Como sabías que en mis sueños traías un vestido puesto?
-Espero que no te arrepientas luego.-dió unos golpecitos en el suelo- ven, siéntate conmigo. Te contaré todo.
-Sabia que no eras normal.
Y así se quedaron en una extensa conversación que duró toda la noche . Sus pies chapoteaban en el río mientras iban contandose mutuamente lo que ellos llamaban la verdad.
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Otras Vidas♣️HyunliX
Fiksi PenggemarOtras vidas La vida monótona y ordinaria de Hyunjin se vio iluminada por la presencia de un ser que era visible solo ante sus ojos. Un ser único y especial que espero más que miles de años para concretar su promesa eterna, su promesa de amor. ...