Una vida junto a tí. (corregido el 21/02/2022)

Sin tí (Makoto)

Makoto se encontraba abstraído en su casa, más precisamente en su cuarto solo mirando el techo. No tenía apetito ni ganas de hacer nada, la soledad que sentía era demasiado para él.

Desde que empezara a vivir en ese departamento se había acostumbrado a ese estado, continuamente pasaba las noches solo, sin nadie quien lo recibiese tras las agotadoras jornadas de trabajo. No sentía la necesidad de pasar sus días con la constante compañía de alguien, pero eso había cambiado bruscamente con la llegada del tranquilo Haruka, se fue acostumbrando a una presencia que no sería permanente, un dolor continuo en el pecho como una opresión era la sensación que lo acompañaba todos los días.

Haru, era el nombre que se escapaba de sus labios constantemente, siempre detrás de un suspiro. Una lágrima furtiva se escapó de sus ojos ya enrojecidos. Se tocó suavemente su mejilla para limpiarse el fresco rastro. Quisiera que aun estuvieses conmigo, ese era su continuo y tortuoso pensamiento, una muda suplica de sus deseos, deseo que no podría hacer realidad por más que quisiera.

El tritón se había marchado para no volver, eso bien lo sabía y pensar en él, en los momentos en que estuviesen juntos, su aroma, caricias y dulces palabras no hacían más que torturar aún más su pobre alma. Sabía que no podría olvidarlo fácilmente y tampoco es como que quisiese hacerlo, tal vez algún día su corazón roto podría sanar, pero ese día no estaba cercano y eso lo sabía, se había dejado hundir en la tristeza, se sentía débil, pero nadie que no sintiese lo que le estaba pasando podría atreverse a juzgarlo.

Se enrollo más contra las oscuras sabanas que envolvían su cuerpo y se acostó hacia un lado de la cama, más lagrimas salieron de sus agotados ojos, y el no hacia ningún esfuerzo por retenerlas después de todo ¿acaso importaba? Su cuerpo comenzó a relajarse y sus parpados se pusieron pesados, cerro sus ojos para conciliar el sueño, dejándose llevar por los brazos de Morfeo, sólo en el reino de los sueños era feliz, aún junto a su adorado Haruka.

Una media sonrisa se formó en sus labios, sólo en sus sueños encontraba la paz que necesitaba.

.

.

.

― No es bueno que sigas en este estado Makoto ― Al menos come algo ― le dijo Kisumi acercándole un plato con algo de pan tostado y mermelada, que el mismo había preparado.

Se encontraban en la cocina de su apartamento, Kisumi estaba sumamente preocupado por cómo se encontraba su amigo, de vez en cuando iba a su casa para cerciorarse de que al menos comiese algo. Llegaba todos los días muy temprano para hacerle el desayuno y luego irse juntos al trabajo que ambos compartían.

Era una rutina que se había impuesto a seguir después de que Makoto faltase al trabajo tres veces seguidas cuando aún estaba muy reciente su separación con el tritón. Kisumi no podía permitir que se descuidase de esa manera, así que había entrado al departamento ajeno con la copia de la llave que tenía y lo había encontrado acurrucado en las sabanas.

La cara demacrada de Makoto acompañada de unos ojos apagados, sin el brillo que los caracterizaba lo habían dejado totalmente helado. Lo despertó con gentileza sacudiéndolo un poco de los hombros, pero Makoto solo quería que se fuera y lo dejara en paz. Kisumi con paciencia insistió en que comiese y se arreglara para ir al trabajo. Tanta insistencia hizo que Makoto perdiese la paciencia, y lo empujara fuertemente alejándolo de él. Enorme fue la sorpresa que se llevó con la reacción de su amigo, pero no tan grande como la del propio Makoto, su comportamiento le pareció fuera de lugar, después de todo Kisumi solo quería ayudar.

Kisumi asintió comprensivamente aceptando las disculpas y le ordeno vestirse para ir al trabajo. A Makoto no le quedo más opción que obedecer y desde ese día Kisumi lo buscaba para llevarlo prácticamente a rastras.