Mía

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Lo rico que ella me gemía...
Está con otro,
pero ella sabe que es mía,
lo comprobamos casi cada día.

Pensando como los locos,
que si no es su cuerpo, más ninguno toco.
No soy Brray pero fue fuera de lo normal
todo lo que hicimos nosotros.

Y yo quisiera volver pero hice tan poco.
No me conviene tampoco,
Prefiero morir con el corazón roto,
por eso desde entonces a ninguna otra toco.

Es que ya no está ella conmigo,
pero tenemos sexo casi cada día,
no estamos juntos pero viéndola desnuda sigo;
está con otro pero en realidad es mía.

Hicieron tres partes
de esa canción pegadiza,
de Brray y su corazón roto,
que las pongo cuando ella la ropa se quita.

Le gusta bailar y retozar conmigo,
a demás de soltar esos gemidos;
música me pide que le ponga
pensando que no se oirán nuestros sonidos.

Yo cambié el otro día ya la cama,
me compré una nueva;
de tanto choque acabó destrozada.
A ver cuándo dura la recién comprada.

De hecho su novio se enfadó,
no por mí, pues nada sabía,
sino porque a su casa no volvió
y al lado de él no dormía.

¿Si no es con él, con quién dormiría?
Pues con quien de su corazón es el dueño;
él es su novio, pero conmigo hace más que sexo,
prefiere, antes que de su novio, ser mía.

Me dejó y acabé triste,
pero parece que sigue conmigo,
pues aunque terminamos aunque nada hice,
soy yo el que escucha siempre sus gemidos.

No me importa a mí su novio,
yo de él me mofo,
porque si no está en casa,
ella me llama para hacer de todo.

Solo es un pobre cordero;
se cree que es su dueño,
pero lo cierto es que ni en sus mejores sueños,
porque incluso conmigo se va en ellos.

Lo Que Disfruto HacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora