𝗧𝗛𝗘 𝗚𝗥𝗘𝗔𝗧 𝗪𝗔𝗥 ━━ 𝗽𝗲𝗲𝘁𝗮 𝗺𝗲𝗹𝗹𝗮𝗿𝗸

Capitulo trece

Salieron de la cueva.

—Sabemos que Tresh ya no está. Cato estará en la Cornucopia. No irá a un lugar que no conozca, la comadreja puede estar en cualquier lugar.— habló Peeta a su lado.

Se adentraron de nuevo al bosque.

—Podemos cazar por aquí, ya no tenemos comida.— propuso.

—Bien, tomaré el arco.— Cassie lo miró confundida y Peeta sonrió.— Bromeo. Iré a recolectar.

Cassie rió un poco.

—Idiota.— le pegó en el hombro levemente y Peeta se fue por el otro lado.

La pelinegra caminó con precaución, con su arco y flecha en mano para cazar. Al ver un ave apuntó. Iba a disparar pero se sobresaltó cuando escuchó el cañón.

—¿¡Peeta!?— gritó y corrió en busca de el.

Se detuvo cuando vió una tela y unas bayas sobre ella.

—¡Peeta!— se agachó y vió. Alzó su mirada desesperada.— ¡Peeta!— volvió a correr.

Esquivaba arbustos y gigantes rocas sintiendo el miedo.

—¡Peet...— chocó con alguien y se asustó, pero al ver a Peeta se tranquilizó y sus ojos se cristalizaron.

—¿¡Estás bien!?— la tomó de los hombros el rubio.

—¡Oí el cañón! Y pensé...

—No.— interrumpió. Cassie vió su mano color púrpura y le pegó allí.

—¡Eso es venenoso, Peeta! Morirías en un segundo.

—No lo sabía...

—Casi me matas del susto.— lloró y lo abrazó fuertemente.— Creí que te había perdido.

—Lo siento, Cass...— se disculpó acariciando su espalda. Cerraron sus ojos cuando se calmaron.

Se separaron y Peeta le acarició la mejilla, sacándole una lágrima.

—Ya está... estamos bien.— dijo Cassie y miraron hacia la izquierda. Alli estaba el cuerpo de La Comadreja, la chica del Distrito 5.

En su mano tenía las bayas.

—No noté que me seguía.— negó Peeta.

—Era lista. Demasiado.— comentó y tomó las bayas.

—¿Qué haces?— preguntó el chico.

—Tal vez a Cato también le gusten.— respondió guardandolas en el bolsillo.

Ambos comenzaron a caminar.

—¿Qué hora es?

—Pasa de mediodia.

—¿Por qué está tan oscuro?— se confundió Peeta.