Capítulo 7

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El día sábado finalmente había llegado, pero sin ningún mensaje del rubio que rondaba la mente de Kirishima quien, desilusionado, se preparaba para cumplir su rutina. Se suponía que ese día Kaminari y Shinso comenzarían a enseñarle Lengua de Señas, por lo que podía emocionarse un poco con eso. ¡Aprender cosas nuevas siempre es algo bueno!

Preparó el desayuno para los dueños de casa, sintiendo que era lo que podía hacer para expresar su gratitud, ayudaba con el resto de labores del hogar...pero nunca estaba de más dar un poquito más de sí.

Una vez todos hubieran comido y lavado el servicio, Eijiro comenzó a ordenar la mesa para sus clases, no sabiendo si iba a tener que anotar algo o si sería todo más "visual", llevó consigo una cámara de video, cuya capacidad era mayor que la que tenía su teléfono

Shinso apareció en su campo visual, pero solo, lo que extrañó un poco al pelirrojo

- ¿Y Kaminari?

- Le pedí que fuera a comprar unos ingredientes que nos faltaban. Ya los he visto juntos, si él se quedaba no ibas a poner atención, espero y lo entiendas- le respondió tranquilamente, Eijiro no pudo evitar hacer un pequeño puchero, pero sonrió inmediatamente.

- No hay problema! Supongo que tienes razón- se rascó un poco la mejilla, gesto nervioso- ¿qué vamos a ver hoy?

- Al ser tu primera lección conmigo, vamos a iniciar con cosas básicas, mira...- y así estuvieron toda la mañana, dejando el registro con la cámara. Kirishima batallaba para imitar los gestos que las manos de Shinso hacían, pero de a poco lo iba logrando. No cabía de felicidad al ver su pequeño logro

Una vez que dieron por finalizada la sesión de ese día, Kirishima le agradeció a Shinso

-Muchas gracias, viejo! La forma en que explicas lo hace mucho más fácil- le dijo mientras que le brindaba una de sus más grandes sonrisas

- Gracias a ti por poner atención, eres un buen estudiante- y Shinso por simple reflejo, apoyó su mano en la cabeza de Kirishima sacudiendo su cabello, haciéndolo reír en el proceso. Retiró su mano con una sensación extraña, pero decidió disimular- ¿quieres que mañana igual repasemos?

- Sí, por favor- le contesta- de ser posible me gustaría que viéramos...- se detuvo puesto que escuchó la puerta abrirse- Kaminari! Bienvenido, deja que te ayude- Y así, Eijiro dejó su frase y a Shinso atrás para aproximarse a la entrada y ayudar a cargar las compras

Shinso lo vio alejarse riendo por lo bajo, se detuvo unos segundos para ver la mano que apoyó en la cabeza del pelirrojo

"Es como si hubiera felicitado a un cachorro...un cachorro enorme"

Pasadas las horas, Eijiro se dirigía al centro en donde tomaba sus clases, iba con bastante tiempo de sobra por lo que decidió pasar a un kombini cercano y comprar víveres e ingredientes, tenía intenciones de pedirle a Kaminari y a Shinso que le enseñen alguna de sus recetas

Una vez dentro del local, dio marcha al pasillo de repostería hasta que, de repente, siente algo peludo rodearlo y al igual que el día anterior, cae estrepitosamente al suelo

-Auch, esto se nos va a volver una costumbre, no?- dijo riendo mientras observaba a la culpable- creo que podríamos encontrar una forma diferente de llamar mi atención, Nala, algo que no me haga caer al menos- se iba incorporando cuando nota que la perrita está inquieta, ladrando en su dirección y, lo que llama más la atención de Eijiro, está sola

Nala... ¿Dónde está Bakugo?- pregunta, mientras la preocupación lo invade

Nala se agita y da un pequeño giro en su sitio antes de agarrar con sus dientes la manga de Eijiro, clara señal de que quería que lo siguiera, cosa que no dudó en hacer

Se ve arrastrado por unos pasajes del sector, Kirishima trata de reconocer el camino y, cuando su cerebro por fin da con que es una ruta al café, se detienen frente a una casa. Nala sigue tirando de la prenda hasta guiarlo a la puerta y lo suelta

-Nala espera ¿a dónde vas?- pregunta viendo a la perrita rodear al casa, perdiéndose de su vista, Eijiro no sabía qué hacer en realidad, seguía sin comprender la situación.- ¿De quién es esta casa?

No tuvo que esperar mucho para poder responder a lo último.

Pudo escuchar un pequeño timbre del lado contrario de la puerta, permitiendo que ésta se abriera, Nala sin perder el tiempo se acercó a él y tironeó de la ropa. Eijiro cerró la puerta tras de sí y, dentro de lo que pudo apreciar en el camino, se topó con el arnés azul y el mismo bolso que el rubio llevaba consigo la primera vez que se vieron.

-Sigo sin poder comprender- le dijo mientras era guiado por un pasillo- ¿por qué me trajiste aquí? ¿dónde está Bakugo?- como única respuesta, Nala lo soltó frente a una puerta cerrada que comenzó a rasgar con sus garras, ladrando mientras veía al pelirrojo

Ya para este punto, Kirishima estaba empezando a sentir escalofríos recorrerle la espalda, aproximó la mano al pomo y lentamente, comenzó a abrir

Lo primero que logró ver en el interior fue una pequeña mesa volteada, varios papeles desparramados y al rubio cenizo tendido en el piso.

-Bakugo!- se acercó rápidamente para analizar su estado, apenas lo tocó sintió como si la yema de sus dedos se quemara- dios, ¡estás ardiendo!- el rubio estaba completamente rojo y jadeaba en busca de aliento, su ropa estaba empapada en sudor. Kirishima lo tomó en brazos- Nala, llévame al baño, por favor- le pidió casi desesperado

Una vez ahí, dejó a Bakugo en el suelo, apoyado contra una pared y se giró a llenar la bañera con agua fría, en un intento por bajarle la fiebre. Sin importarle su estado, ingresó al agua con Bakugo entre sus brazos para asegurarse de que no se hundiera o algo peor

Estuvieron así unos cuantos minutos, en los que Nala estuvo sentada junto al par apoyando su cabeza en la orilla, Eijiro podía ver preocupación en los ojos de la perrita

-Buena chica, Nala- le dijo mientras que acariciaba su cabeza- ya verás que se pondrá mejor, no te preocupes

Sólo obtuvo gemidos lastimeros por parte de la perrita, pero él seguía tratando de calmarla

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Hasta aquí por hoy, qué tal?^^

Gracias, NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora