Capítulo 2

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Para poder comprender la incómoda situación en la que nuestros protagonistas se envolvieron, debemos retroceder un poco en el tiempo. El pelirrojo en cuestión no es nadie más que nuestro queridísimo Kirishima Eijiro quien, a su vez, resultaba ser el nuevo trabajador al que Denki hacía mención.

Eijiro había llegado a Honei City unos días atrás en busca de un mejor prospecto de vida y decidir qué carrera quería cursar en la Universidad, había dejado a su familia y al trabajo de campo atrás, conllevando un sinfín de discusiones con los ya mencionados.

Estaba más que seguro que la vida rural no era lo suyo, estando en un ambiente tan cerrado y conservador no iba a conseguir nada más que deprimirse y acallar sus verdaderos sentimientos y preferencias, había descubierto a temprana edad que no estaba interesado en el colectivo femenino que lo rodeaba pero, cuando quiso comentarlo con alguno de sus padres, fue testigo de la cruel reacción que su familia le dio a uno de sus primos por haberlo pillado dándose un inocente beso con su amigo.....eso hizo que comprendiera la realidad de las cosas y le dio una razón más para querer irse de ese sitio.

Apenas cumplió su mayoría de edad, empacó sus pertenencias y abandonó la casa que lo vio crecer sin despedirse de nadie, se puso en contacto con Shinso Hitoshi (cuya familia trabajaba las tierras junto al campo de su familia) para ver si podía acogerlo bajo techo en lo que él lograba estabilizar su situación, es aquí en donde nuestro rubio eléctrico hace acto de presencia.
Al ser pareja discutieron la opción de alojar al pelirrojo durante ese tiempo, puesto que les sobraba una habitación y, viendo lo conveniente que resultaba para todas las partes involucradas, darle el puesto vacante en la cafetería. El edificio contaba de 3 pisos, donde el principal era el lugar de trabajo, el 2do piso lo usaban como una sala de descanso para los trabajadores y bodega y, en el último, habitaba la pareja dueña del lugar.

Bastó unas horas de conversación en el café al momento de cerrar para que Denki le agarrara cariño al chico de peculiar sonrisa, que lo encandiló con esta misma y con su energía, le explicaron a grandes rasgos las reglas para una sana convivencia y que no se preocupara por tener que pagar renta, que estaría cubierto con sus tareas en el café.

Unos minutos antes de que abrieran el local, Denki y Eijiro estaban hablando en la entrada de"Sunflower Coffe"

-Bueno...¿Por dónde comenzar?- se rascaba la nuca de forma nerviosa Denki, tratando de ordenar sus ideas- Abrimos a las 8.00am de lunes a viernes, puedes usar tus fines de semana como prefieras, por lo general bajamos una media hora antes con Hitoshi para preparar galletas y ordenar el lugar, me verás moverme bastante por aquí hehe, no soy de quedarme quieto mucho rato, Hanta llega unos minutos después, él se queda en la cocina con Toshi la mayor parte, Jiro suele estar en el mesón y Mina trabajará contigo recibiendo los pedidos, te los presentaré en cuanto lleguen. Además de recibir las órdenes, tienes que aprender a hacer los distintos tipos de bebidas que ofrecemos, te daré nuestros instructivos- y así Denki siguió hablando a un concentrado Kirishima- ...y bueno, eso lo resume un poco, ¿Tienes alguna pregunta?- cuestionó viéndole

-Mhh...creo que de momento no- respondió honesto, tratando de memorizar las funciones y horarios que acababan de brindarle.-¿Tienen alguna restricción aquí? De las cosas que nos enseñaban en el campo no nos hablaban de este tipo de trabajos, así que pregunto por si acaso.

Y no mentía, la educación que les brindaban a los jóvenes en sus tierras era muy básica, centrándose más que nada en la administración y cuidado agrario que iban a usar en su futuro, dando por sentado que se dedicarían a ello

-Eeh? Ah, claro! Por mucho que quisiera, no podemos recibir animales dentro del establecimiento, siempre tenemos gatos afuera pero es culpa nuestra, Toshi los adora y les da comida cuando es su hora de descanso...me sumo a eso- comenta riéndose- Pero tenemos una excep..- habría continuado, de no ser porque lo interrumpieron a media frase.

-Kaminari! Estás aquí?!- Eijiro vio a una chica pelirosada, una chica con apariencia rockera y a un pelinegro alto junto a ella

-Que conveniente! Chicos, vengan- esperó para que se aproximaran a ellos- Les presento a Kirishima Eijiro, va a comenzar a trabajar con nosotros desde hoy- explicó mientras lo presentaba, sonriendo para transmitir comodidad a la presentación

Una vez presentados y habiendo respondido unas cuantas preguntas hacia su persona, los recién llegados se dirigieron a su respectivo lugar de trabajo

-¿Qué me ibas a decir antes de que Ashido te interrumpiera?- preguntó el pelirrojo, retomando la conversación anterior

-Oh...no recuerdo bien qué era en este momento, te lo diré luego, ¿Te gustaría ir con Mina para que ella te explique qué tienes que hacer de mejor forma?- le preguntó el rubio eléctrico, tratando de recordar qué era eso que iba a decirle, tenía el presentimiento de que era algo importante...

-Claro! Nos vemos en un rato más entonces, que parece que ya empezaron a llegar los clientes- respondió brindando una de sus características sonrisas.

Pasaron las horas en las cuales Kirishima ya le estaba agarrando el truquito al laburo, estaba bastante feliz de poder aprender cosas nuevas fuera de la formación agrícola que le habían entregado toda su vida, lo encontraba bastante refrescante. Había atendido a sus primeros clientes como mesero y ya conocía el resto de lugares del café.

Se encontraba en esto cuando de repente, al voltearse, ve que hay una perrita sentada junto a una de las mesas, estaba tranquila en su sitio, hubiera corrido a acariciarla de no ser porque recordó que en la mañana le habían dicho "no podemos recibir animales dentro del establecimiento", y siendo su primer día, no quería hacer las cosas mal.

Por lo que se aproximó al sitio- Hola, buenas tardes, va a tener que disculparme, pero no podemos admitir mascotas dentro del café- trató de sonar lo más tranquilo y calmado posible ante el peliverde que se encontraba junto a la perrita en la mesa

-Eh? No, espera, ella tiene que estar aquí..- comenzó nerviosamente el chico frente a él, balbuceando unas cosas que Eijiro no alcanzó a entender.

-Lo siento amigo, pero mi jefe ya me lo ordenó, si gustas puedo llevarles su orden a tí y a tu compañera una vez los tengamos listo, pero no pueden esperar adentro- tomó la correa de la perrita, viendo cómo empezaba a alterarse y a gimotear un poco al ser movida por alguien que no fuera su humano.

-No! De verdad que tiene que estar aquí- comenzaron a discutir un poco mientras se encaminaban a la salida del café, Eijiro no entendía la insistencia del muchacho frente a él, aunque de estar en sus manos los dejaría quedarse el tiempo que quisieran, pero ya le habían dado la orden, y si no la cumplía, no sería para nada masculino.

-Kirishima, espera!- el aludido se volteó al escuchar el grito de Denki, quien se acercaba a ellos rápidamente- eso era lo que tenía que decirte, no puedes sacarla a ella, es nuestra excep..- pero nuevamente, se vio interrumpido.

-¡¿QUÉ MIERDA CREES QUE ESTÁS HACIENDO?!- fue lo que se escuchó dentro de la cafetería, deteniendo a la gente de sus anteriores acciones para quedarse quietas, como si aquel grito hubiera hecho que se detuviera el tiempo.

  Y ahí, frente a Eijiro, se encontraba el chico más bonito que él hubiera visto en su corta vida, iracundo, claro, pero bonito

-Ooh, mierda- escuchó maldecir al que era su jefe, para rápidamente voltearse hacia el rubio iracundo

-Uuhhh...

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Y hasta aquí el capítulo, qué tal?^^

Espero y lo estén disfrutando, honestamente sigo nerviosa al postear cada capítulo, espero se quite con el tiempo 😅

Nos leemos pronto!

Gracias, NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora