Capítulo 9: Vivirás una larga vida a mi lado

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Taehyung nunca había sentido tanto miedo en su vida, ni siquiera cuando despertó desorientado aquel día en el hospital, mientras escuchaba a sus padres llorar y a su marido a su lado, sujetando su mano y acariciando su cabello.

No se atrevió a hablar, tampoco a mover un solo músculo, pues temía hacer enojar a la persona a su lado, cerró los ojos por un instante y se imagino así mismo en su casa, junto a la chimenea, con una humeante taza de café, mientras observaba como los llamas danzaban y la música en la lejanía lo acompañaba, pero cuando abrió los ojos se vio en el apartamento de Jeon Jungkook, frente al enorme ventanal y con uno de los guardaespaldas sujetando su brazo.

—Suéltalo —Jungkook gruñó, dándoles la espalda mientras veía la ciudad. Su ciudad —.Largo de aquí.

Su orden no se dio dos veces, cuando sus sombras se habían marchado de allí, después el interminable y pesado silencio que Taehyung tanto odiaba en su vida, la atmósfera no ayudaba mucho, pues desde su lugar podía oler las feromonas de molestia emanando desde Jungkook, como una bola pesada de humo, disipándose por toda la habitación, miró con más detenimiento la figura imponente del pelinegro, como sus hombros se tensaban poco a poco, las manos ocultas en sus bolsillos e incluso podía imaginarse sus fosas nasales expandiéndose, fue cuando una extraña sensación se instaló en su pecho.

—Nunca podré confiar en ti —Declaró el alfa con un tono agresivo en su voz.

Fue como un deja vu, uno muy fuerte que provocó que el omega jadeara, intentó recordar si alguna vez alguien le había dicho eso, pero no era la frase en sí, si no el sentimiento con la que se expresaba.

—Te gusta jugar sucio, cariño —Jungkook se mofó, girándose sobre su propio eje, vio la cara confundida de Taehyung y sus ojos vidriosos y sintió cosquillas en el estómago, lo miró con detenimiento y sabía que estaba procesando sus palabras, intentando adivinar de dónde las había escuchado, pero posiblemente era demasiado pronto recordar todo.

—Yo no... —"No quise hacerlo" era una total mentira, y algo hipócrita de su parte decirlo, pues había tenido todas las ganas del mundo de hacerlo, y aún quería volver a intentarlo —.Yo no quiero estar aquí.

—Realmente debes de aprender modales —El alfa suspiró acercándose al rubio a pasos lentos, analizando cada gesto corporal, olfateando su euforia como si de una fragancia se tratase —.Y yo te voy a enseñar cuál es tu lugar.

Taehyung jadeó cuando una mano se acercó a su cuello, abrió los ojos cuando otra mano se posó sobre su trasero, se sujetó de sus hombros y su respiración se atascó.

—Desde que llegaste lo único que has deseado es que te deje ir o que te mate —Jungkook apretó un poco la mano en torno a su cuello, mientras que su diestra se introducía dentro de sus pantalones y amasaba una de sus nalgas —.Pero vivirás una larga vida a mi lado —.Se acercó a su boca para lamer su labio inferior con la punta de su lengua —.Complaciéndome, mientras te consumo una y otra vez.  

El menor negó con la cabeza, enterrando las uñas en sus hombros, sintió como uno de sus largos dedos acariciaba la grieta de su entrada, jadeó por lo bajo deseando que fuera más allá del borde.

—Por ahora, quiero que te arrodilles y me digas qué fue lo que hiciste mal —Jungkook sacó la mano de sus pantalones, soltó su cuello y se alejó un paso, mirándolo severamente. El omega parpadeó sintiéndose desorientado en cuanto a lo que le había dicho, el pelinegro esbozó una pequeña sonrisa —.Arrodíllate ricitos, no me hagas usar la voz de mando.

Entonces, tragándose el orgullo y con la vergüenza desbordando, se puso de rodillas, manteniendo los brazos a sus costados sin saber qué hacer con ellos, no lo miró a los ojos, en su lugar miró las puntas de sus pies descalzos, apretó los labios al sentir como el hombre le acariciaba el mentón y murmuraba algo que no logró entender.

Gambito de Rey |KookV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora