PRESENTEJungkook aterrizó de vuelta a Corea a los dos días siguientes, consiguió el trato con los yakuzas que tanto buscaba, Namjoon estuvo a su lado todo el tiempo, además de cuidarlo, como su mejor amigo y consejero.
—El imbécil de Kenichi es un maldito bebedor compulsivo —El alfa se quejó limpiando su abrigo de unas insignificantes pelusas.
—Es su manera de cerrar un trato, con prostitutas y alcohol —Namjoon suspiró cansado acostando su cabeza contra el respaldo del asiento del coche. Le dolía la cabeza así como los músculos del cuerpo, disfrutó de ambas noches en el burdel del japonés cosa que omitirá a su esposa.
—Al menos conseguí dos de sus rutas —Jungkook sonrió orgulloso imaginando la gran cantidad de mercancía que transportarán a Japón —.Papá se orinará de gusto cuando se entere.
—¿Estás seguro que Sooji está bien con involucrarse con los yakuzas? —El alfa rubio abrió un ojo mirando a su amigo y este se encogió de hombros.
—Soy el líder, busco lo mejor para mi familia.
Namjoon asintió en silencio, conocía lo perseverante que es el alfa, pues desde que eran jóvenes siempre soñó con convertirse en el mejor líder del Clan, vio las posibilidades que existían y aunque duró un tiempo en conflicto con Sooji por su mal comportamiento durante la secundaria, el que Taehyung haya desaparecido por cinco años le ayudó al alfa a centrarse mejor en sus objetivos.
Realmente creyó que el omega estaría fuera de sus vidas, pero se equivocó cuando Jungkook encontró a Jinwoo en un bar, y después decidió contratarlo en la empresa, entonces descubrió que todo fue planeado por el alfa para al menos estar más cerca de Taehyung, si bien no le aseguraba nada el hecho que ambos estuvieran juntos, era un paso más para saber sobre Taehyung, fácilmente pudo investigarlo y ahorrarse años de espera, sin embargo, Jungkook era consciente que Taehyung ya no lo amaba, o al menos eso dijo la última vez que se vieron, y el orgullo le ganó que evitó pensar en el omega.
El mismo sentimiento asqueroso que experimentó con Jimin.
—Hablaré con Yoongi, necesito que estés presente —Jungkook se lo pidió amablemente, porque a pesar que era su jefe, jamás dejaron de ser mejores amigos, Namjoon lo protegía porque era un pacto de fidelidad desde dos generaciones anteriores de su familia con el clan.
Llegaron al cabo de veinte minutos después a la casona de los Min, los guardaespaldas custodiaban la entrada y los alrededores de la mansión, después del percance con el omega pelinegro algunos años atrás Jungkook ordenó mayor seguridad en su hogar, y aunque Yoongi no pasara mucho tiempo en esa casa, cuando llegaba era como si el ambiente se transformara, los betas se aglomeraban al cuidado del omega, al menos dos de ellos permanecían a su lado, incluyendo al jefe de su grupo, parecía asfixiante, pero crecer en un ambiente así terminabas por acostumbrarte.
Tal vez muchos de ustedes piensen que Yoongi era solo un peón más para los enemigos de Jungkook, que solo es un adorno más para esta historia, pero lo que realmente no saben es que Yoongi tiene mucho poder ahí, más de lo que incluso el mismo omega pueda imaginar porque consigue que todos cambien su rutina entorno a él.
Ambos alfas ingresaron a la casona mientras dos betas ayudaban a bajar su equipaje de la camioneta, los recibió Nami con una brillante sonrisa, Jungkook se acercó para besar su frente con delicadeza.
—¿Dónde está Taehyung? —Jungkook no pudo evitar preguntar, la beta sonrió enternecida con un ligero brillo en los ojos.
—Arriba, intentando tejer ropita para el cachorro heredero.

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Gambito de Rey |KookV|
FanfictionNo recuerdo la primera vez que lo conocí. Tampoco recuerdo todo el daño que causé. Sólo sé que él me quitó todo lo que amaba y por eso lo haré pagar. Omegaverse.