Gambito de Rey |KookV|

Capítulo 31: Baile de invierno

PASADO

—Tienes que aprender cuando parar —Sooji se acercó a limpiar el rostro cubierto de sangre de su hijo, notó sus fosas nasales ensanchadas y su ceño fruncido.

Jungkook ha estado practicando sus movimientos de combate, así como a disparar, cuando aparecían deudores la alfa le permitía hacerse cargo del problema, ya sea eliminar por completo la basura o darles un ultimátum al respecto.

—¿Peleaste con Tae? —Sooji preguntó guardando el pañuelo lleno de sangre ajena.

—Jamás, el problema son sus padres, no entiendo por qué me odian tanto, lo que pasó entre ustedes fue mucho antes de que incluso nosotros naciéramos —El alfa bufó moviendo los dedos de las manos porque las sentía adoloridas de todos los golpes que repartió.

—Bueno, imagina que Taehyung se enlaza con otro ¿cómo te sentirías?

—Mataría a ese alfa sin dudarlo, nadie puede tener a mi Taehyung.

—Bueno, Yunha no piensa igual que tú, ella jamás le haría daño a Junwon —Sooji suspiró, tronó los dedos indicándoles a los guardaespaldas que se deshicieran del cuerpo que yacía sin vida —.Tienes que concentrarte, no puedes perder el control, tu madre está enfermo y ahora más que nada debes de enfocarte.

—Si ser líder es el problema para que no me dejen estar con mi omega, entonces, ya no quiero serlo.

—No puedes renunciar, es tu destino, eres el único capaz que puede cuidar de Gambito.

—Yoongi hará un mejor trabajo —Jungkook se apartó, caminando a una mesa de metal por una botella de agua.

—Yoongi es nuestro tesoro, él merece vivir sin cargar con la cruz de un líder —Sooji apretó los labios observando los músculos rígidos de la espalda de su hijo —.Junwon jamás me lo perdonaría.

El futuro líder suspiró bebiendo un sorbo de su bebida, su padre tenia razón, era cuestión de tiempo para que Junwon muriera, aunque hacían todo lo posible por vencer su enfermedad, las esperanzas se agotaban y con ellas todas sus opciones, desde la última visita con el médico, su padre ha estado en cama.

—Iré a ver a mamá —Jungkook informó a lo que Sooji asintió con una fina línea.

Observó a su padre distraerse en acomodar las armas y notó lo mal emocionalmente que lucía ante la enfermedad de su pareja, no podía imaginar el dolor que su lobo sentía, tan solo ponerse en su lugar y pensar en un Taehyung enfermo, le hacía sentir la piel de gallina.

Abandonó el sótano subiendo hacia la habitación del omega mayor, vio a Nami yendo hacia la cocina con una bandeja de comida casi intacta y negó con la cabeza porque entendió que apenas y su madre había tocado el plato.

Abrió la puerta de su habitación encontrándose con Junwon postrado en cama y a su hermano junto a él, aplicándole un poco de maquillaje en su rostro.

Desde que su madre regresó del hospital y pasaba más tiempo en cama que fuera de ella, Yoongi no se despegaba de él, lo ayudaba a alimentarse, a vestirlo, y hacerle compañía.

Cuando Junwon muriera, Yoongi sería el segundo en sufrir una enorme pérdida, debido al fuerte apego que ambos tienen.

—Pero si es mi otro bebé —Junwon le sonrió despacio extendiendo una mano en su dirección, invitándolo a que se acercara.

Yoongi dejó el maquillaje a un lado, sobre el mueble, miró a su hermano que lucía cansado y con los nudillos rojizos.

Junwon tenía el semblante pálido, ojeras bajo los ojos y los labios resecos, tenía un pañuelo cubriendo su cabeza porque perdió todo el cabello debido a las quimioterapias, el omega pelinegro se encargaba de darle un poco de color a su piel de vez en cuando, para que luciera muy hermoso y darle ánimos.