Capítulo 20: Quiero la verdad.

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Los rayos de sol golpearon la ventana de Taehyung a primera hora del día, el suave viento movió las cortinas provocando una pequeña ola entre ellas, tomó una profunda respiración preparándose mentalmente para iniciar su día.

Le dolía la espalda a montones y sus pies estaban hinchados como esponjas con agua, se incorporó con esfuerzo pues su barriga de casi ocho meses le limitaba mucho los movimientos, su bebé despertó enseguida moviéndose en su interior para darle los buenos días.

—Buenos días a ti también —El omega sonrió enternecido dando pequeñas caricias a su pancita.

Ya tenía todo preparado para cuando el momento llegara, Yeonjun le dijo que estaba programado para mediados de octubre, por lo que el nerviosismo del momento apareció al igual que la emoción, ya quería conocer su carita, oler su cabellito y vestirlo con toda la ropa que compró y tejió para él.

Le hacia mucha ilusión tener a su cachorrito entre sus brazos.

Nami era un sol con él, le daba masajes casi todas las noches, le ayudaba a prepararle el baño y siempre lo acompañaba cuando estaba solo en el jardín. Agradecía mucho su compañía porque eso lo hacía sentirse menos solo.

Jungkook era un caso aparte. El alfa lo veía de vez en cuando, lo saludaba cordialmente y cuando necesitaba un abrazo estaba presente, sin embargo, cuidaba mantener su distancia, incluso algunos días lo espiaba desde la lejanía de su oficina mientras el omega tomaba el té en el jardín de flores.

Taehyung salió al jardín dispuesto a leer un poco mientras esperaba que la merienda estuviera lista, los guardaespaldas permanecían cerca de él, más no a su lado pues no querían abrumarlo, decidió sentarse cerca de la piscina a la espera de la mujer beta. Estos últimos días tomó el gusto de una trilogía sobre un romance oscuro entre un rey despiadado y su concubino doncel que se disfrazó de mujer para salvar su vida porque un villano lo buscaba.

Realmente era una historia que atrapó a Taehyung desde la primera página, le gustaba mucho la fantasía así como el romance, además, era fanático del erotismo, y aquí entre nos, el omega solía imaginar que el rey despiadado era una representación escrita de Jeon Jungkook, mientras que el joven doncel era él.

Y cuando leía las escenas íntimas entre esos dos personajes, no pudo evitar imaginarse cada una de las situaciones, mientras olfateaba el aroma del alfa de su ropa, le encantaba lo bien redactado que estaba el libro, cada detalle que la autora especificó, lo volvía mucho más real, recordó las veces que Jungkook lo tocó en su departamento, los juegos, el deseo en sus ojos, su aliento cálido sobre sus pezones, todo eso era increíble.

Taehyung suspiró leyendo el último capítulo del segundo libro, estaba feliz porque al menos la pareja ya estaba mucho más estable que en un inicio.

Escuchó una puerta siendo abierta, volteó a su lado izquierdo para ver a Jungkook caminar en su dirección usando pantalones negros y una camisa negra arremangada hasta los codos, Namjoon lo seguía, pero se acercó a los guardespaldas que estaban al otro lado de la piscina cuidando de Taehyung, quien les informó algo y los cuatro desaparecieron dentro de la casona.

Jungkook llegó hasta su lado sentándose en el camastro, el omega se incorporó dejando su libro sobre la mesita de cristral que estaba en medio de los dos.

—¿Cómo te sientes? —El alfa mostró una pequeña sonrisa.

—Cansado —Taehyung posó una mano en su pancita, sintiendo a su bebé removerse por la presencia del alfa.

Los dos permanecieron en silencio por breves segundos, hasta que el omega decidió romperlo al ver las flores amarillas.

—¿Puedo hacer una corona de flores? —El castaño señaló todas las flores que estaban al otro lado de la piscina, una parvada de pájaros pasó sobre ellos.

Gambito de Rey |KookV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora