Blooming [YoonSeok]

3.

Taehyung echa de menos su casa. Echa de menos su habitación, que había decorado con poemas y cuadros de todo el reino. Echa de menos su cama, con la manta casera que le tejió su madre antes de despedirse de él para mudarse al castillo. Sin duda echa de menos la comida, las especias y los condimentos nativos de Seoyong que simplemente no podían reproducirse en ningún otro lugar.

Kubaek es sinceramente un lugar bonito, a pesar de algunas de las personas feas que viven en él. Ha conocido al rey Minwoo y no está nada impresionado; pero incluso un hombre con un ego tan grande como él había reconocido que su ejército había fracasado.

No había habido ningún percance desde que una parte del ejército de Seoyong estableció su residencia permanente en la capital de Kubaek mientras resolvían asuntos oficiales, lo cual es una bendición en sí mismo.

Se siente aliviado al descubrir que la mayoría de las prácticas desagradables que implicaban a omegas tenían lugar en el ejército y en el interior de las tabernas, y es fácil establecer patrullas en los establecimientos de bebidas y en los cuarteles. No se priva de dar ejemplo a los que infringen las normas e ignoran sus advertencias. Quiere que se sepa que los que se meten con los omegas, se meten con Seoyong.

La única persona que abiertamente mostró resistencia a la presencia de Seoyong fue su general de guerra; Kang Hyunshik fue muy obviamente humillado cuando su ejército fue superado y tan claramente superado.

Vio la presencia de Seoyong como algo hostil, y se mostró inflexible en que ciertas prácticas formaran parte de la cultura Kubaek.

Pero a Taehyung no le importaba cuántos años habían estado practicando sus actos viles; eso no hacía que nada de eso fuera correcto. Y definitivamente no iba a hacer la vista gorda.

Hyunshik y él habían discutido acaloradamente sobre el rápido cambio de normas y poder, y al final el general caído en desgracia había huido del capitolio, pues no quería formar parte del nuevo Kubaek que intentaban construir. El rey había optado sabiamente por cooperar, no queriendo perder a nadie más de su pueblo e incapaz de resistirse realmente cuando no tenía a nadie que dirigiera su ejército ni suficientes soldados para suponer remotamente una amenaza para Seoyong.

Taehyung sabía que el trabajo que estaba haciendo aquí era importante, sabía que era el mayor honor para el rey solicitar su acción directa en Kubaek, sabía que Yoongi estaba inmensamente orgulloso de él. Pero seguía añorando su hogar, así que cuando recibe la noticia de que podrá regresar a su puesto anterior en Seoyong al final de la semana, está más que eufórico.

La felicidad en su pecho no hace más que crecer cuando se da cuenta de que la carta de Yoongi no es la única que ha recibido; la letra del segundo sobre le resulta muy familiar.

No esperaba que Seokjin le escribiera tan pronto, había pensado que estaría demasiado ocupado con la princesa.

Taehyung se muerde el labio, aún odia la idea de que Seokjin sea cortejado por alguien que no es él. Aún no está seguro de haber tomado la decisión correcta al decirle a Seokjin que aceptara la petición de la princesa. Sabe que no es algo oficial; que Seokjin podría aceptar el cortejo durante años y aún así negarse a darle la marca de apareamiento al final, pero eso no le reconforta. Todavía está un poco sorprendido y triste de que Seokjin estuviera considerando a otros alfas, especialmente después de haber pasado su incalescencia juntos. Taehyung había pensado que eso significaba algo, que cuando Seokjin había dicho que él era el único alfa que anhelaba, lo había dicho en serio.

Pero, por desgracia, algo debe haber cambiado para Seokjin.

Y Taehyung no estaba molesto con Seokjin por querer estar con alguien como Mijoo; era una princesa por el amor de Dios, podría convertirse en rey algún día si se emparejaba con ella.