Capítulo 23

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ARA

Suelto un suspiro somnolienta, cuando la alarma de mi habitación me despierta.

Tanteo el otro lado de la cama para encontrarlo vacío.

Frunzo el ceño sin encontrar señales de Nikolái en el cuarto.

Me encantaría recordar en que momento exacto me acostumbre tanto a su descarada presencia.

Hasta hace poco, lo único en mi mente era botarlo de la cama, cuando se metía a escondidas, aprovechando que dormía.

Descarado en ese entonces, descarado ahora.

Niego levantándome de la cama, directo al baño a tomar una ducha.

Minutos después salgo en toalla cuando llaman a mi puerta.

Una chica se servicio inclina la cabeza, antes de dejar un paquete de color dorado sobre mi mesa.

- ¿De quién es? ¿Lo revistaste? - pregunto acercándome al paquete que lleva un listón.

- Es del joven Nikolái para usted mi señora, mando a que se lo entregáramos al despertar.

Interesante. ¿Qué tendrá planeado ahora?

- ¿Dónde está? - pregunto desenrollando el listón.

- Salió, no dijo a donde iba.

- Bien, puedes irte.

Asiente saliendo rápidamente, mientras yo destapo la caja.

Alzo las cejas sorprendida al encontrarme un bello vestido color negro con escote, junto a varias joyas de oro como accesorios.

Aprieto los labios sentándome en la cama, apreciando los detalles del vestido y de las joyas.

Incluyen unos hermosos zapatos de tacón en forma de serpiente.

Aretes y anillos de la misma forma.

Todo de oro.

Admito el buen gusto en un hombre.

Nikolái no decepciona cuando se trata de estilo, elegancia y preferencia en cuanto a mis gustos se refiere.

Sabe lo que me llamaría la atención en cuanto a ropa, color y diseños.

Me levanto probándome gustosa toda la vestimenta.

Quedo satisfecha minutos después, cuando me observo frente al espejo.

El vestido negro se amolda perfectamente a las ondas de mi cuerpo, mi cuerpo resalta a la perfección mostrándome sensual, elegante y exquisitamente poderosa.

Me acomodo el cabello negro dándole ondas y dejándolo caer en mi espalda desnuda.

Me hago un delicado maquillaje a mis labios y a mis ojos turquesa.

Me arreglo sin saber para qué.

Un mensaje de Nikolái a mi celular me da la respuesta.

Buenos días Diamante, si ya estás más hermosa y sexy que de costumbre, baja y espérame en la camioneta negra fuera de la mansión. Atentamente, tu codiciado y sensual futuro esposo.

Me río negando con la cabeza, obedeciendo sus caprichos y yendo hacia su obstinada presencia.

Me abren las puertas de dicho auto, en cuando me ven salir de la mansión.

Dejo de prestar atención en lo demás, cuando visualizo a Nikolái, asomarse desde el asiento del conductor con una sonrisita traviesa.

- ¿Lista para nuestro día Diamante?

MI DIAMANTE CODICIADO ♤ LIBRO 2 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora