Capítulo 39

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ARA

Giro sobre la cama sintiéndome incomoda de nuevo.

Las benditas nauseas me agotan terriblemente la estabilidad emocional.

Estoy incomoda, ansiosa, preocupada y jodidamente agotada.

Asimilar que estoy embarazada no ha sido cosa fácil.

Menos sabiendo todo lo que implica.

Para la organización, para mi venganza, para mi futuro, para Nikolái y los demás.

Para el bendito peligro que corro ahora que llevo un bebé de él.

No estoy molesta, estoy feliz, sin embargo, tengo miedo.

Esto es totalmente nuevo para mi y no solo temo hacerlo mal, si no también, que algo me pase y no logré llegar a tenerlo.

Eso me aterra.

Hay tantos casos y yo...

Bufo cerrando los ojos e inclinando la cabeza hacia la almohada.

Siento unas manos acariciando mi mejilla a los segundos.

Abro mis ojos color turquesa y estos impactan con los ojos azules de los que me enamoré.

Sonrío y observo al descarado hombre que me embarazó.

- ¿Trajiste lo que te pedí? - pregunto y este asiente burlón.

Me muestra sobre sus manos las canastas de uvas verdes y otra con varios quesos franceses.

Me recuesto sobre la cama para empezar a degustar esta delicia.

- ¿Y mi vino? - pregunto mientras muerdo un trozo de queso.

- Por desgracia no puedes tomar vino Diamante, estás en gestación, pero te traje un par de jugos que tomas cuando estás ansiosa.

Saca de una bolsa todos mis favoritos.

Es cierto, cuando estoy ansiosa suelo tomar varios de esos. Por supuesto, él lo ha notado.

- Tuve que hacer malabares para conseguir ese tipo de quesos. - menciona y yo le doy palmaditas en la cabeza mostrando mi agradecimiento.

Se ríe negando con la cabeza.

- Ahora Ryls con mucho gusto puede decir que estoy dominado.

Asiento.

- Lo estuviste desde que me besaste por primera vez. Desde ahí yo tuve el control.

Arquea la ceja sonriente mostrando sus hoyuelos.

Espero que mi hijo tengo esos hoyuelos.

Y esos ojos.

- Yo también tuve el control sobre ti innumerables veces. - menciona y yo me río.

- Si cuando me follabas, e incluso así yo tenía el control de si te venías o no.

Suelta una carcajada maldiciendo.

- Amore mio, mi fai impazzire - (Mi amor, me vuelves loco)

- Lo so e ora saremo in due (Lo sé y ahora seremos dos)

Suelta un suspiro recostándose a mi lado agotado con la mera idea.

Se gira hacia mi, mientras me observa comer a gusto.

- He pensado en un nombre. - menciona de repente.

Me giro bebiendo mi jugo.

- ¿Cuál? - cuestiono.

MI DIAMANTE CODICIADO ♤ LIBRO 2 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora