Heroína.
No tocaré esa mierda ni con un palo de tres metros. Le debo eso a Levi. Eso lo robó de mi compañero de banda, Mingyu, y de mí. El hermano pequeño de Mingyu y mi mejor amigo tuvo una sobredosis. Nos dejó destrozados y en carne viva. Expuestas al público, nuestras heridas sangraron para que todos las vieran.
Frotando mi palma sobre mi cara, trato desesperadamente de mantener el dolor encerrado en el cavernoso hueco de mi corazón. Cuando estoy aquí, con ellos, no quiero que vean que muero un poco cada puto día sin él.
Te odio, Levi.
El pensamiento es como un lodo amargo arrastrándose por mis venas, infectándome peor que cualquier dosis de la perversa heroína.
No lo odio. Nunca pude. Por eso murió. Porque no pude decirle que no. No pude conseguir que viera que se estaba matando lentamente.
Y ahora, sin él, soy yo quien muere.
La música retumba, zumbando a través de mi ser, recordándome que no estoy solo en mi enorme casa. Hay cientos de jodidas personas dando vueltas. Berlín Scandal es la banda alternativa más popular que este país ha visto desde los 90 cuando Nirvana dominaba las listas. Nuestro estilo grunge es considerado "un homenaje al pasado". Abrimos para grandes actos como Pearl Jam, Alice in Chains y Foo Fighters, que la siguen rompiendo a pesar de haber hecho esta mierda durante décadas. Mientras ellos se aferran a su antigua base de fans que tienen la edad de mis padres, Berlín Scandal está arrasando con todas las adolescentes y las fanáticas de Harry Styles con nuestra vibra oscura.
Somos diferentes, pero familiares.
Comercializables como la mierda.
Gracias a Harose Records.
La irritación se agita en mi estómago. Ren Choi nos cortejó muchísimo. Apareció en casi todos los conciertos, alabándonos y adorándonos. Mingyu, nuestro líder guitarrista, me rogó a mí, a Royce y a Jihoon que firmáramos con Harose. Estábamos todos todavía en carne viva por Levi y cedimos.
Dinero.
Estamos nadando en él, y lo hemos estado haciendo desde que escribimos nuestros nombres en las líneas de puntos. Hemos realizado una gira por veintiséis estados en cuestión de meses. Nuestro álbum debut, "Hurt Me", ha sido platino tres veces porque millones de personas en todo el mundo se obsesionan con nuestra música.
Esto es todo lo que siempre soñamos.
Lo que queríamos desde el principio.
Somos ricos, populares y nos chupan la polla a veces, tres veces por noche. Todos están felices... excepto yo.
Mingyu puede empujar la muerte de su hermano hace dos años a un agujero y pisar la tapa para mantenerlo cerrado, pero yo no funciono de esa manera. Con cada canción que escribo y cada letra que ato al micrófono, revivo el dolor de la noche que me dejó. El dolor es un alambre de púas envuelto alrededor de mi corazón, perforando el órgano roto y haciéndolo sangrar hasta secarlo. Cada día es peor que el anterior. Haría cualquier cosa para adormecer el constante dolor dentro de mí, incluso si eso significa crear dolor por fuera.
Agarro mi paquete de cigarrillos antes de sacar uno y presionarlo entre mis labios. Abro mi Zippo₁, uno que Levi me dio, y estudio la llama mientras mi cigarrillo cuelga de mis labios. Caliente. Naranja. Brillante. Su viejo truco cuando estaba de fiesta era sostener la llama sobre su carne tanto como pudiera y demostrar lo rudo que era. Encendiendo mi cigarrillo, aspiro el aire calmante y contaminado, luego sostengo mi palma para provocar la llama del Zippo debajo de mi carne rosada. Un caliente ardor estalla en mi palma, enviando señales de advertencia que corren por mis terminales nerviosas.