mañana

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Era una mañana muy fría, Stolas estaba despierto, abrazado por su amado pero el estaba triste, el sabía que Blitzø no lo quería, solo quería el libro.

El lo contemplaba mucho, hasta que Blitzø se despertó.

-buenos días Stolas.

-hola...

-¿aún sigues mal por lo de ayer?

-algo así.

-vamos, platícame que te pasa.

-no creo que te importe.

-claro que si me importa.

-hmmm solo tengo una duda.

-pues pregúntame.

-¿Que piensas sobre mi?

-yo....este....bueno....yo.

-esta bien, no te obligues- dijo mientras se levantaba de la cama y se ponía su bata hasta que escucho.

-creo que eres privilegiado, lindo, inteligente, interesante y un buen padre....oh y demasiado cursi- dijo con un poco de desagrado.

-esta bien Blitzy te quiero.

-bueno Stolas, cuando quieras hablar llámame, es bueno levantarse de tu cama con ropa- hablo el IMP mientras se estiraba.

-¿Ya te vas?

-si, me tengo que ir a trabajar.

-¿Seguro?

-si.

-bueno adiós....ten un lindo día - dijo mientras se desanimaba.

-bueno - dijo mientras le mandaba un beso

El se iba alejando del castillo, el pensaba en su próximo movimento ya que el quería enamorar al príncipe para tener su confianza y robar el libro.

Mientras que Stolas solo se quedó parado, le salió una pequeña lágrima de felicidad al saber lo que pasó la noche anterior y esa misma mañana era algo que lo hizo por gusto , al saber que su amado le estaba demostrando afecto, su corazón latía muy rapido, el estaba enamorado, talvez demasiado y por eso quería darle lo mejor a su amante, por algo se divorcio, no estaba solo ya que su hija se estaba quedando 1 semana con el al mes y recién había llegado.

En la tarde

-oye Stolas, ¿Quieres ir a caminar?

-si Blitzy, dame 5 minutos

Esto paso mediante un mensaje muy corto de Blitzø

Luego de esto, se encontraron afuera del palacio del principe dispuestos a caminar un poco y a conocer más del otro.

-gracias por invitarme a caminar.

-cuando quieras.

-blitzy una pregunta- dijo Stolas.

-dime.

-¿Por qué cambiaste tu comportamiento de un momento al otro?

-ah-yo-jeje...

-te escucho.

-yo....no se.....

-seguro?...

-s-si.

-si?...

-es que......

-solo dilo.

-no lo se....yo-

-esta bien....es mejor que me valla, no te quiero forzar, adiós querido.

-NO.... STOLAS PODEMOS HABLAR.

-no me quiero enojar contigo Blitzø, por favor te pido que me dejes ir por qué necesito no verte para......olvídalo adiós...- dijo mientras se daba la vuelta para volver a su palacio - pensé que iba a ser divertido.... esperaba que habláramos y nos conociéramos mejor, pero....pensé mal, creo que no debí esperar mucho.

-stolas no te pongas dramático.

-CREES QUE SOY DRAMÁTICO?!!!!

-yo, no quise decir eso-

-silencio, por favor.

-no- stolas- porfavor.

-YA!

-CALMATE.

-CALLATE- Dijo stolas ya un poco más molesto, aún que estás palabras hirieron a Blitzø.

-yo....

-me voy Blitzø, te hablaré mañana.

Después de esto el príncipe solo salió de esa situación y se fue así como si nada.

En el palacio.

-No entiendo,- dijo el principe mientras sacaba una pistolas bendecida-por qué.....soy tan infeliz..... creo que sería mejor.....que.....- su hija no lo dejo terminar, y fue lo mejor ya Stolas solo exageraba.

-papá?

-oh vía, como estás- dijo mientras se secaba las lágrimas y tiraba el arma debajo del sofa.

-eso te pregunto yo.

-es algo complicado.

-cuentame, ya tengo edad suficiente.

-no creo que este bien, hija.

-ya soy grande, cuentame.

-es tema de adultos.

-solo quiero ayudarte.

- bueno....está bien....

Stolas decidió que su hija sería su único apoyo así que le contó lo que pasaba.

-dale tiempo.

-tiempo es lo que le he dado.

-mira, intenta tratarlo distinto, haz que sus charlas sean interesantes.

-esta bien, pero...¿como?

-no lo se, habla de temas que le interesen a él y invitalo a lugares que le interesen o tengan en común.

-esta bien, gracias vía.

-yo te ayudaré a conquistarlo, mereces ser feliz.

-gracias querida, voy a tener paciencia....

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Palabras : 700

Adiós, se que nadie lo ve pero me gusta, crear historias así y si algún día me inspiró crearía una con personajes propios, adiós.

paciencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora