Angel

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Ya no sabe en quien confiar, se ubica en una esquina de aquel bar a llorar implorando que alguien la salve, aún sin esperar nada de nadie quiere que la saquen a bailar, restando importancia al pensamiento ajeno ella se deja llevar. 3am marca el reloj y la sed de sangre aumenta, acercándose a la barra su figura se muestra deslumbrante, una silueta de envidia y la mirada angelical, maldita de alma suicida, un trago de whisky el dolor aliviará, el maquillaje casi deshecho por completo la deja vulnerable, los hombres la observan con hambre, se le acercan algunos pero su sonrisa radiante no es imán, a menos que entiendas el coqueteo animal.
Él por detrás apareció, se dio el lujo de sus cabellos rubios rozar, y cuando chocaron miradas nadie tuvo que explicar por que se les hacia tan especial.
Sus manos entrelazaron, él la guió, ella cedió, y en aquella noche oscura llena de sensación él la salvó.
Al llegar ella lo invito a pasar, amablemente acepto su invitación, no con algo en mente, solo para verla llegar a su hogar, la dejo en su piso, le brindo un pequeño beso en su mejilla y se despidió antes de que pudiera protestar, ella lo entendió, aunque un poco confundida se quedó, él era el ángel que tanto espero.

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