Neji Hyūga: Nuevas oportunidades

CAPITULO XII

Sakura H. 🌸

Ahí me encontraba abrazando a Neji, en medio de la noche nuevamente, una parte de mí, no quería que el tiempo en Suna se acabará. Por qué no sabia que pasaría con nosotros al regresar a Konoha, deseaba que esto pudiera continuar, aunque no sabia exactamente que era.

Quizá debería preguntarle, el qué pasaría con nosotros, pero me daba miedo preguntar y que dijera que nada.

Neji H. ⚪️

-Sakura, ¿me tomarías como un atrevido si te robo un beso?.- quería esperar a otro momento pero, efectivamente me sentía profundamente atraído por la bonita mujer que se encontraba colgada de mi cuerpo.

-No, siempre y cuando...- hizo una pausa que me dejo helado.

-¿Siempre y cuándo que Sakura?.

-Después de que me robes un beso, me digas que pasará cuando regresemos a Konoha.- al decir esto se despego de mi y sonrio.

Era mi oportunidad, debía hacer este momento lo más especial posible. Pose una de mis manos en su mejilla y la otra la deslice por su cintura y me acerque; presione ligeramente mi boca con la suya, sus labios eran suaves, su aroma me embriagaba, estaba sumamente nervioso como para profundizar el beso. Tenia unas ganas tremendas de llevarlo mas allá, pero sabia que era muy pronto, la mano que tenia en su cintura la recorrí hacia su mejilla. No profundice el beso, solo fue un casto beso, pero ¡qué beso!. Recargue mi frente en la suya, Sakura debía escuchar el latir de mi corazón, abrí ligeramente los ojos, y ella aun permanecía con los ojos cerrados, mejillas sonrojadas y una preciosa sonrisa en sus rostro, tal parece que a ella le gusto tanto como a mí.

Ahora debía responder a su pregunta.

-Sakura, te propongo lo siguiente.- Abrió sus ojos tan grandes que el verde parecía más profundo.- Sigamonos viendo cuando regresemos a la aldea, veamos poco a poco a donde llegaremos, sin presiones, sin expectativas y con mucha tranquilidad.- Esperaba que ella aceptará mi propuesta.- No es que no quiera comenzar algo contigo ahora mismo, si no que por que quiero algo más, deseo que lo hagamos con calma.

-Hm.- parecía pensarlo y analizarlo y comencé a sudar, lo segundos que ella pensaba parecían horas.- de acuerdo, acepto tu propuesta, pero me gustaría agregar algo más, mantengamos en secreto por lo menos un tiempo, y no me malentiendas.- se apresuro a decir.- no me avergüenza ni nada de eso, es solo que no quiero que todos estén sobre nosotros preguntando y hostigándonos.- solo un breve suspiro, y me miro de nuevo con esos divinos ojos.

-Hecho.

Seguimos un poco más de tiempo platicando, sentado en ese sofacama, nuestra charla era tranquila, de vez en cuando reíamos por algún comentario, me encantaba sentirme libre junto  a ella,  podíamos hablar de todo y nada; ya casi era media noche, nuestros ojos se cerraban y abrían con mucha pesadez, ya ni siquiera hablábamos coherentemente.

Debiamos dormir.

-Sakura, debemos dormir, mañana partiremos muy temprano a Konoha.- le susurre, pero ella pareció más cansada para protestar, poco a poco la ayude a incorporase, asumí que dormir conmigo nuevamente. Me acoste junto a ella, no quise sintiera que me aprovechaba de la situación así que no la abrace, cerré mis ojos, y de pronto la sentí, ella se estaba acercando a mi pecho para dormir, sonreí ante tal atrevimiento, pose mis brazos al rededor de ella y me dormí con una sonrisa.

A la mañana siguiente, nos despedimos en la entrada de Suna, Sakura daba las gracias por confiar en ella, y Gaara, se sonrojo un poco ante el abrazo que le dio, era bastante curioso, siempre creí que Ino era quien más pretendientes poseía, pero veo que no, al parecer es ella quien levanta suspiros de los hombres de las aldeas, ocurrió lo mismo con Kanguro se sonrojo cuando ella lo abrazó. Me miro y sonrío indicándome que continuaremos. Comenzamos a caminar, no corrimos, tal parece que ninguno quería llegar a Konoha, en realidad tenia miedo de llegar y que el encanto se perdiera.

Caminamos un par de horas más, aun nos encontrábamos en el desierto, platicábamos de muchas cosas, ella me hablaba del hospital, y de sus entrenamientos con la quinta Hokage, y de como terminaba con los huesos rotos, como acumulo por 3 años chakra para su Byakugō no Jutsu, yo le hable sobre mi entrenamiento, y como crecí con muchos sentimientos negativos y como Naruto me había hecho cambiar.

A lo las horas, seguimos sin correr, solo caminábamos, en algún punto Sakura me tomo del brazo y yo, no pude sentirme más emocionado por tan particular gesto. Al fondo logramos ver algunos arboles, por lo que estábamos cerca de nuestra aldea a pocas horas. Ella al parecer comenzó a sentirse algo inquieta.

-Neji, ¿no sientes que algo esta raro en el ambiente?.- su comentario puso en alerta mis sentidos, de pronto sentí como un kunai paso y roso profundamente la mejilla de Sakura, un chorro de sangre salió, cayendo hasta el piso, un pánico se atravesó por mi corazón y estomago, vi a un grupo de ninjas desertores, eran 8, bastantes para nosotros dos, debía actuar rápido para que no le pasará nada, pero cuando me gire para tomar su mano, ella ya se encontraba peleando con dos, mientras los otros comenzaron a poner papeles bomba por algunos arboles, mi instinto me hizo comenzar a atacar, la perdí de vista, al igual que a otros ninjas, de los 8, tenia frente a mi a 3, por lo que 5 estaban con ella.

-SAKURA.- Grite con la esperanza de su respuesta. El pánico se hacia más grande, no obtuve respuesta, comenzaron a atacarme y no tuve opción solo continuar, uno de ellos comenzó a invocar a unas bestias del piso parecía hecha de tierra y fango, y de pronto apareció. La tierra comenzó a temblar y a partirse era ella; entonces mi vista se enfoco en ella, estaba sumamente golpeada, tenia rastros de sangre, pero solo había 2 ninjas tras ella.- Sakura debes correr, es peligroso.

-Puedo cuidarme, no te preocupes por mi.- me dijo girando hacia mi, justo cuando una bestia la tomo y comenzó a forcejear con ella.

Logre quitárselo de encima, estaba furioso.-Sakura debes obedecerme y correr, ve hacia la aldea.- su rostro estaba manchado de sangre y suciedad, su ropa estaba rasgada y maltratada, justo como la mía.

-Te dije que no, puedo cuidarme sola y no puedes excluirme de esto.- parecía enojada.- cuidado.- me quito y un kunai atravesó su pecho, y cayo sobre mis brazos. Escuche a los ninjas correr y gritar.

-Es hora de irnos, hemos sufrido bastantes heridas.- grito uno.

-Ademas perdimos a 4, es hora de irnos.- un segundo ninja contestó.

No me dio tiempo de  seguirlos, tenia que ayudarla, su respiración era entrecortada. Comenzó a sudar y a temblar.- ¿Sakura dime que debo hacer?.- comencé a expresarme con pánico y muchas ganas de llorar, no había sido capaz de protegerla.