Sucio xx

Parte 19

"Señor.

Se dio la vuelta para mirarme y yo bajé la mirada hacia el brazo que tenía agarrado. Me estremecí, como si me congelara, y aparté rápidamente la mano de su cuerpo.

"...Ahora dónde".

El Sr. Jang se sacudió el brazo como si se quitara el polvo, con el disgusto claramente evidente en su rostro.

"Lo siento."

"......."

"Fui arrogante".

Jang me miró fijamente, sin mostrar ningún signo de emoción.

Se inclinó hacia mí y me miró fijamente.

"...Lo siento."

"¿Lo sientes?"

Preguntó el Sr. Jang con voz insensible. Asentí y murmuré como una muñeca rota, lo siento, lo siento.

"qué debo hacer?".

Se enderezó de su postura encorvada.

"Ya he perdido el apetito".

...¿Has perdido el apetito? Mi mente se quedó en blanco por un momento.

Este hombre necesitaba salir de aquí e invitar a alguien con un simple gesto de la mano. Lo único que tenía que hacer era quitarme la ropa, meterme la polla en el agujero y menearla. Este tipo era un bastardo al que no le importaba quién era su oponente.

Pero yo... . Yo no era eso. Todavía lo necesitaba. Necesitaba desesperadamente su dinero. Me deslicé hacia abajo y envolví mis brazos alrededor de sus muslos, que estaban envueltos dentro de sus pantalones de traje. Luego presioné mi mejilla contra el interior de su miembro. Su pene, que ya había perdido el apetito, todavía estaba en un estado espantosamente erecto.

Su voz se elevó.

"¿Qué carajo crees que estás haciendo?".

"Sólo una vez".

Giré el cuello hacia atrás para mirarle, de espaldas a la luz.

"Sólo una oportunidad más".

Se inclinó hacia mí y murmuró diabólicamente.

"Entonces inténtalo, ¿de acuerdo?"

El Sr. Jang se sentó de espaldas a la cabecera de la cama. Me quité lentamente las medias delante de él. Después de desabrochármelos, me bajé los pantalones y los calzoncillos. Los ojos del Sr. Jang recorrieron mis muslos, mis zonas íntimas y los pezones a ambos lados de mis pechos.

Exprimió una generosa cantidad de gel en su mano y deslizó un dedo en su interior. El forro se me pegó al dedo, impidiéndome moverme. Me mordí el labio inferior e introduje el dedo.

"...Mmm."

La voz de Jang retumbó en su garganta. Observó mis acciones con ojos oscuros y hundidos. Entonces me acerqué a él. Me temblaban las manos mientras le desabrochaba el cinturón de cuero.

El sonido metálico del cinturón resonó en la silenciosa habitación del hotel. Lo siguiente que supe fue que estaba bajando la cremallera por la cremallera y se oyó un chirrido.

Un par de calzoncillos negros asomaron entre sus pantalones de traje abiertos. Al bajarle los calzoncillos, vi el vello púbico tupido que tantas veces me había rozado la mejilla. Entonces su polla salió con un ruido sordo.

Tragué saliva. Era de un tamaño y una longitud que me provocaron arcadas. Cogí el largo y grueso pene, tan largo como el cuerpo de Jang, en mi mano y lo alineé con el agujero. Era imposible que entrara.