Sucio xx

Parte 31

Me quedé mirando a Lee Jin-seok con desconcierto, y sólo salí de mi asombro cuando se separó del grupo y se dirigió en dirección contraria. Corrí tras él a un ritmo ligeramente más rápido.

Sabía que tenía que detenerlo, pero no sabía cómo llamarlo. Vacilante, le llamé.

"...Eh, por ahí".

Sin tener claro a quién se refería, Lee Jin-seok parecía no darse cuenta de que alguien lo estaba llamando. Después de vacilar por un tiempo, lo llamé un poco más fuerte que antes.

"Hola".

Lee Jin-seok miró por fin en mi dirección.

"Oh, Suwon-ssi."

Sorprendido, los ojos de Lee Jin-seok se abrieron ligeramente. Parecía un poco sorprendido por mi repentina aparición por detrás, traté de disculparme como excusa.

"Lo siento, no sabía cómo llamarte".

"Simplemente puedes llamarme 'hyung'", como todos mis otros amigos".

Con una sonrisa ligera, continuó la conversación suavemente.

"¿Has probado a llamarlo?"

"...Oh, sí. Gracias."

Por vergüenza, me froté la palma de la mano con la nuca y tartamudeé para ir al grano.

"He escuchado que pagaste en lugar de mí."

"Oh, sí."

Lee Jin-seok apenas parecía preocupado, como si no fuera gran cosa. Aunque era algo que podía haber rechazado fácilmente, para él no era gran cosa aceptarlo o no. Pero para mí, sería una deuda en mi corazón, incluso si no lo aceptara.

"Bueno, ¿cuánto?".

"No, pero creo que es un precio justo".

"Realmente está bien."

Saqué un sobre del bolsillo y se lo puse delante. Lee Jin-seok le echó un vistazo, con una sutil sonrisa en la cara; para él debían de ser centavos, para mí, sería una deuda en mi corazón, incluso si no lo aceptara.

"Realmente está bien."

Mientras decía eso, de repente, una línea se formó en su frente suave y lisa. Su mirada, que estaba dirigida hacia mí, se desvió hacia el piso superior sobre mi cabeza. Una extraña luz parpadeó brevemente por encima de su rostro mientras miraba algo.

Lee Jin-seok sonrió con esa sonrisa suya tan educada y se inclinó hacia mi nuca. Se inclinó y me susurró al oído.

"Realmente está bien, sólo asegúrate de decírselo".

Con un toque ligero en mi hombro, se dio la vuelta rápidamente y se fue por su camino. Mientras miraba su espalda esbelta, de repente sentí la mirada de alguien y me volví bruscamente. Capturé con mis ojos el lugar donde la mirada de Lee Jin-seok había estado.

Al darme cuenta de que alguien me había visto, retrocedí instintivamente. Apresurada, pero discretamente, escondí el sobre que llevaba en la mano detrás de la espalda.

El señor Jang está sentado bajo una sombrilla en la cafetería, observándome. Kim Mi-ran, que está sentada frente a él y frunció los labios, parecía desconcertada, luego siguió la mirada del señor Jang hacia mí. Cuando me vio, me hizo un leve gesto con la mano. Me agaché rápidamente, le devolví el saludo y me di la vuelta para marcharme.

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Marqué las fechas con los dedos, esperando a que mi tarjeta de identificación cayera en mi mano. Fue entonces cuando recibí una llamada del Presidente Jang. Dejando a los caddies de la casa a un lado, el presidente Jang actuó como si debiera acompañarlo en todos sus horarios.