Después de su boda con Hinata, Naruto es nombrado Séptimo Hokage, pero Shikamaru aparece junto con una mujer desconocida para varios, junto con ellos, llega Sasuke con una hermosa mujer también.
-Naruto, ya traje a Sayumi, tal como me lo pediste- in...
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El tiempo vuela rápido, lo ves pasar tan lento pero tan rápido, es todo y nada, tiene y no tiene poder.
—Naruto— llamó la de ojos miel y cabellos rubios.
—Dígame, suegra— respondió el rubio.
—Cuídala, Hinata está por dar a luz, es importante que no esté estresada— agregó la rubia mientras continuaba con su trabajo.
El rubio asintió mientras salía del consultorio, afuera del consultorio estaba Hinata, quien esperaba al rubio con una sonrisa.
—Vamos, te dejaré con tu padre, debes tomar reposo, en cualquier momento puede nacer tu bebé— comentó el rubio mientras permitía que Hinata entrelazara su brazo con el suyo.
—¿No puedes quedarte un rato?— preguntó con algo de tristeza.
—No, lo siento, soy el Hokage y tengo más responsabilidades— respondió el rubio.
La pareja caminaba por las calles de Konoha hasta llegar al recinto Hyuga.
—¡Hermana!— gritó Hanabi en cuanto vio a su hermana.
—Hola, Hanabi— respondió Hinata.
—Te la dejo, Hanabi, en cualquier momento puede dar a luz, mantenla vigilada y asegúrate de que no haga mucho esfuerzo— ordenó el rubio mientras comenzaba a alejarse de aquel lugar.
La castaña asintió levemente mientras miraba a su cuñado irse.
—Pasa muy poco tiempo conmigo— susurró Hinata.
—Es lo que pasa cuando un hombre tiene una amante, dejan de pasar tiempo con su esposa y a menudo dejan de lado a los hijos— habló Hiashi mientras aparecía atrás de sus hijas. —Hinata, debes ganarte su favor, debes ser la única mujer de Naruto— sentenció mientras miraba con bastante seriedad a su hija mayor.
—Sí, padre— respondió la azabache.
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—¡Taidama!— habló con alegría mientras llegaba a una casa algo grande.
—Okaeri, mi rubio— respondió con una sonrisa mientras aparecía por la puerta.
