Después de su boda con Hinata, Naruto es nombrado Séptimo Hokage, pero Shikamaru aparece junto con una mujer desconocida para varios, junto con ellos, llega Sasuke con una hermosa mujer también.
-Naruto, ya traje a Sayumi, tal como me lo pediste- in...
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Cada una tenía un modo distinto de cuidar a sus hijos, y muchas de esas diferencias se hacían notar.
—Mi niño hermoso, ya cumples un añito— chilló con emoción mientras juntaba su mejilla con la de su nieto.
—Mamá, ten cuidado— pidió Sayumi mirando como su madre jugaba con su nieto.
—Sayumi, quiero uno con mis ojos, ¿cuándo me lo darás?— preguntó la rubia mayor.
—¡Mamá!— reclamó Sayumi bastante sonrojada.
Menma recién cumplía un año, la fiesta era pequeña, solo asistían los amigos de Naruto y Sayumi, al igual que los abuelos del pequeño festejado.
—Pima— pidió mientras extendía sus regordetas manos en dirección a la bebé azabache.
Jiraiya cargaba a su única nieta, jugaba mucho con la pequeña Kiyomi en sus brazos.
—Ow, ¿Menma quieres ir con tu prima?— preguntó la rubia mayor, bastante enternecida.
El pequeño de ojos grises aplaudió feliz, contento que saber que sus deseos eran escuchados.
Los abuelos de ambos los bajaron para que convivieran con el resto de los bebés.
Sayumi vigilaba a su hijo desde una distancia prudente, todos los bebés jugaban entre ellos o con los juguetes.
—Es hermoso...— murmuró el rubio cerca del oído de la Kyushu.
Unas manos atraparon su cintura, atrayéndola a un cariñoso abrazo.
Sayumi correspondió el abrazo de Naruto, ambos miraban conmovidos a su hijo que jugaba con su prima mayor.
—Esta muy solito, necesita un hermanito— susurró Tsunade tratando de tentar a su hija menor.
—Creo que no necesita un hermano en estos momentos, tiene a su prima— respondió Sayumi.
—Vamos, solo otro niño, uno más y ya— pidió la rubia.
—Mamá, Menma solo tiene un año, no creo que sea momento de tener otro hijo— se opuso la de cabellos plateados.
A la antigua Hokage no le quedó de otra más que quedarse callada e indignada, ¡ella quería otro nieto!
—Pero hay que restaurar nuestros clanes, el clan Senju se ha extinguido casi por completo, ya no tenemos la gloria de antes— argumentó la antigua Hokage.
—Tsuna, déjalos un rato en paz, después discutimos esto, disfrutemos que hoy mi nieto cumple su primer añito— habló Jiraiya poniendo sus manos en los hombros de Tsunade para evitar que esta siguiera hablando.
—Pero quiero mi nieto Senju— advirtió la rubia.
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