Renegado - Alejandro Vargas©

»Prólogo«

Siberia oriental, Vladivosok.
Rusia.

— ¡Atrás! — Gritó uno de tus compañeros de escuadrón, él luchaba con otros en el cuarto de enfrente, lo veías a través de los cristales. Volteaste al instante topandote con un hombre de gran tamaño que estuvo a punto de clavarte su cuchilla de no ser porque lo desviaste, rompiste su brazo, quitaste su cuchilla y la clavaste en su cuello.

Escuchaste como se ahogaba con su propia sangre y caía al suelo retorciéndose. Estaba oscuro, llovía y apenas podías ver por los faros de luz del exterior.

— ¡Soap! — Corriste hasta poder entrar al otro lado y ayudarlo pues tres tipos ya lo tenían acorralado. Logro derribar a uno y dispararle a la cabeza, pero su cargador quedó vacío.

El segundo estuvo a punto de pisar su cabeza pero lo empujaste. Soap se levantó quejándose, le habían roto una costilla. El siguiente enemigo tenía una escopeta que disparó sin acertar. Ustedes se escondían tras los muebles que servían como cobertura.

— A la cuenta de tres. — Miraste a tu compañero. — Uno, dos... ¡Tres! — Se levantaron y ambos patearon el escritorio que los cubría haciendo que chocara contra el hombre quien cayó hacia atrás soltando el arma. Corriste hacia él pero te tiro fácilmente, aunque de todos modos caiste cerca de su escopeta que pateaste hacia tu compañero. Éste le disparó en una pierna con intención.

— ¿No te vas a levantar? — Gruño él. — Imbécil de mierda.

— No por fav.... — Su cabeza estalló con las múltiples balas.

— Que sanguinario. — Te levantaste y quitaste un trocito de metal que se te había encajado en la mano. — Agh, esto duele y molesta más que una bala. — Dijiste lamiendo tu pequeña herida quitando la sangre y escupiendo.

— ¿Me copian? Aquí soap ¿Me copian? Todo despejado en el edificio. ¿Ghost como vas?

— Todo listo. Pongan las cargas. Nos espera el capitán en el punto de extracción, háganlo rápido y no hagan estupideces.

— Entendido teniente. Soap fuera. — Apagó la radio y te indico con la cabeza para que lo siguieras. — Toma, encárgate del lado sur, yo pondré en el lado norte, primera planta. Será más fácil que caiga si detonamos la base. - Te paso dos cargas explosivas.

— Te veo en el punto de extracción. — Dijiste separandote y tomando camino hacia donde debías colocar las cargas. Llegaste hasta el punto y con precisión y cuidado colocaste ambos explosivos. Te aseguraste de llevar el detonador en tu bolsillo palpando en este, correcto, lo llevabas. — Cargas en punto. — Avisaste por la radio y volviste corriendo hasta donde te esperaban.

— Rápido, rápido. — El capitán los esperaba al pie del helicóptero. Subiste sin detenerte y Soap llegó unos instantes después. Todos estaban abordo así que el piloto levanto vuelo.

— ¿Quedó listo? — cuestionó tu capitán acomodándose en un asiento. — Háganlo.

Soap y tú se miraron con complicidad y oprimieron el detonador al mismo tiempo. La explosión te sobresalto y cubriste tus ojos momentáneamente por el destello.

— Mira esa belleza. — Comentó gaz que pilotaba el helicóptero.

— Pura mierda. — Dijo Ghost con su rasposa voz. Y saco de su traje una memoria USB. — Toda la información está aquí. Lo demás es historia. — Entrego el objeto a su capitán.

— ¿Cómo lograron los rusos entrar en la base de datos del Pentágono? — Preguntaste realmente intrigada.

— Son rusos. — Contesto el capitán al tiempo que tenía un puro en la boca tratando de encenderlo.