»11« Coronel Herrera.

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Rodolfo paseaba por la base inspeccionando el trabajo de los vaqueros. Habían empezado a preguntar acerca de la ausencia de su Coronel, dado que jamás los había abandonado de tal manera. Recibían órdenes constantes y sabían que no podían descuidar su puesto, sin embargo, en la actualidad apenas y recibían alguna orden por parte suya.

- Subteniente. - Un soldado hizo un saludo típico. - El secretario solicita su presencia en el la oficina del Coronel.

Rodolfo recibió el mensaje y sin más dirigió su paso hacia el lugar. Mantenía en calma su cólera, era inevitable pensar en golpearlo demostrando que su corrupción tenía consecuencias, pero estaba en el cuartel y sus ojos eran los únicos por los que Alejandro podría mantenerse informado.

- ¿Me solicitó? Secretario... - Entró solo unos cuantos pasos cerrando la puerta quedándose pegado a esta.

- Le di suficiente tiempo para pensar las cosas subteniente. Entonces ¿Cuál es su decisión? - Admiraba una gran pintura que Alejandro había puesto a espaldas de su escritorio.

- La misma respuesta. No tomaré el puesto. - Determinó con las manos juntas tras su cintura en esa típica pose de soldado.

- Eso supuse. - Sonrió y desvío la mirada hacia él. - Entonces tal vez debería salir. Afuera está su nuevo coronel. - Le señaló el paso para que ambos salieran del lugar. Cómo era costumbre el segundo al mando tenía que conocer y explicar cada una de las operaciones y situaciones en curso.

Aborrecia la idea de tener que compartir lo que se supone que solo Alejandro puede liderar. Su hermano había sido arrebatado de su puesto como si no valiera para nada su esfuerzo de años.

Ambos siguieron el camino hasta el exterior donde vio un hombre de piel aperlada, cabello negro, alto, bien afeitado y de cuerpo endomorfo en buena forma. Tal vez rondaría los 45 años.

- Coronel Herrera. - Los recibió con un saludo dirigido a Rodolfo.

- Subteniente Parra. - Correspondió al saludo de mala gana, pues en la forma de hablar del nuevo se notaba la arrogancia y el ego que seguramente iba más arriba que las nubes, su simple rostro robusto era suficiente.

• • •

- Pensé que no te volvería a ver. Han pasado ¿Cuántos? ¿Dos años? Dios que gusto verte de nuevo Philip. - Dejaste de abrazarlo para contemplaro nuevamente. - Llegaste justo a tiempo.

- Espera, espera un momento. ¿A qué te refieres con hermano? Cómo... ¿Alejandro y yo? - Pregunto Soap en medio de la confusión.

- ¿Como amigos? No, no, es mi hermano. Mi familia. - Respondiste extasiada. No tenías ni un poco de conocimiento de lo que había pasado meses atrás con tus compañeros.

- No puede ser verdad. ¿Este idiota es tu hermano? - Reclamó Price pero sin llamar tanto la atención a un conflicto.

- Tomenlo con calma. Vamos, les acabo de salvar el trasero. - Su forma de decirlo era tan arrogante que era imposible no sentir ganas de borrarla. En especial a Ghost, Soap y Alejandro.

Para ti era un absoluto milagro que haya aparecido en medio del caos. No podías sentirte más feliz y dabas por hecho que el resto de tu equipo estaba enteramente agradecido.

- ¿Qué carajos haces aquí? Graves... - Interrogó Alejandro.

- Bueno, no creíste que te fuera a dejar desprotegida ¿Verdad? Hermanita. - Te sonrió. - Desde que me enteré de la declaración de Sheperd me he encargado de velar por su seguridad. Después me dan las gracias, pero en especial cuidaba de ella. No iba a dejar que alguien le hiciera daño realmente.

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⏰ Última actualización: Feb 10 ⏰

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Renegado - Alejandro Vargas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora