Gregory despertó en el familiar paisaje de su propia casa, al fin. El reloj acababa de anunciar las siete horas, y la idea de poder seguir hundido en el calor del edredón que contrastaba con el frío del ambiente que se posaba en sus mejillas aún era tentadora.
Sin embargo, decidió adelantar sus planes; aún no había nuevas misiones, pero era evidente que las cosas necesitarían orden para cuando fuese necesario, pues Cartman era impredecible.
Hizo su rutina diaria, ahora eran cerca de las ocho de la mañana. Al parecer, nadie había salido aún de las cabañas y solo se escuchaba actividad en la cocina que probablemente era obra de Tweek.
Pronto se abrió la primera cabaña, fue la de Tolkien Black. Gregory, prefirió esperar hasta que todos estuviesen despiertos. Esto no tardó demasiado; consecutivamente, Dark Thief, Kenneth y Marsh acompañarían a Tolkien.
Había dejado a Mole en una habitación de la mansión, en la planta alta; en realidad, no tenía intención de verificar que ya estuviese despierto.
Por otra parte, Mole se encontraba despierto desde las cuatro horas, por el simple hecho de que no pudo conciliar el sueño. Durante su desplazamiento en la cama, que parecía carecer de ángulos de confort, no tenía idea de por qué su piel se encontraba tan incómoda al toque de las inmaculadas sabanas debajo de él.
Cuando el reloj de la pared marcaba las cinco, sintió que no tenía sentido seguir intentando. Salió por la ventana y saltó sin hacer ruido, tal vez si fumaba un rato se relajaría.
Se preguntaba si algún día dejaría de recurrir al tabaco y a la búsqueda del cansancio para lidiar con el insomnio; quería estar libre de su mente por algunos instantes, al menos en una siesta. Como no podía arreglar sus problemas con Morfeo, decidió distraerse con otras cosas.
Aún no quería ver la cara de ninguna de las personas del barco. Estaba seguro de que lo primero que haría Gregory, sería juntarlos y hacer lo que sea que tuviera en mente. Debería de estar ahí, pues le pagaban, pero por esta vez se haría el desentendido.
El cielo parecía pintado al claroscuro, no había suficiente luz aún; era entonces un buen momento para explorar de nuevo un lugar que no conocía, a simple vista era un lugar enorme.
Después de llevar su vista a todas partes, miró hacia el suelo mientras caminaba entre los árboles de la mansión y su paso fue interrumpido por una pequeña valla de madera que limitaba a la mansión, saltó sin más; seguiría caminando en la dirección que iba.
La vista era limitada. Tocó la tierra cada cierto tramo, iba tornándose más húmeda y pisaba más flora a medida que avanzaba, después de unos momentos más, se escuchaba el rápido sonido de la corriente del agua; encontró un río de agua totalmente transparente y profunda.
Dejó sus cigarros y mechero en una roca, se acercó al agua para poder beberla. Un momento después de contemplarlo, se desnudó y entró al agua que pronto llegaría hasta la altura de sus costillas. Nadó un momento sin sentido aparente, había poca vida en ese río, solo algunos peces y cosas más pequeñas.
Se adentró en lo profundo del agua, en la oscuridad y frialdad de la misma; toda atención se centraba en la dolorosa sensación que generara el frío.
Abrió sus ojos que empezaron a ver colores sombríos, sin ningún fulgor, mientras su cuerpo estaba sumergido en el agua que presionando su cuerpo, aumentando su dolencia carnal, aumentando la necesidad de aire en un instinto que decidió ignorar. Se sentía el agua bienvenida entrada a su boca; hasta que la voz más prudente de su conciencia decidió que era suficiente.
Salió de ahí rápido y se vistió de nuevo rápidamente; era momento de verle la cara al resto. Tomó sus cigarrillos y emprendió el camino de vuelta con la misma prisa con la que quería dejar ese lugar.
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WE BLEED THE SAME
FanfictionLa vida, después de un tiempo, le dejó varios problemas en los que nunca pensó verse envuelto, que ni siquiera provocó. Solo problemas de un legado con los que ahora debía lidiar y no les daría la espalda, hasta lograr cumplir sus propios ideales...