𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐗- 𝐃𝐞𝐬 𝐚𝐥𝐥𝐢𝐚𝐧𝐜𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐮 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐩𝐚𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬

15 4 5
                                    

Llegó al apartamento donde se encontraría a Gregory. Esperaba que el rubio estuviera dormido, aunque eso era muy poco probable; quería al menos intentar dormir.

Abrió la puerta. Encontró a Gregory despierto.

— Una baja, entonces ¿Eh? Planeaba que no sufriéramos ninguna. Explícame lo que pasó ahí — Demandó Gregory, en un tono al que Mole no sabía si debía acostumbrarse.

Mole pasó con frustración su mano sobre su rostro. Accidentalmente, su mano pasó sobre la herida de su mandíbula — Maldita sea —.

Gregory se paró de su asiento frunciendo el ceño.

— De acuerdo. — Se sentó en la mesa donde estaba Gregory, quien también procedió a sentarse nuevamente. Lo único que podía hacer era no complicar más las cosas.

Mole procedió a contar concisamente en palabras claras todo lo que había pasado. Lo que resaltó en sus palabras fue el comprador que tenían sus enemigos, lo que implicaba que debían de tener mucho más cuidado del que había para que esa mercancía no desapareciera y tuviese complicaciones con Cartman.

Gregory maquinaba en su mente formas de idear como evitar cualquier imprevisto en función a la información que había conseguido Mole antes de ejecutar el plan esa noche. Era algo que decidió que pensaría mejor en otro momento a solas.

— Y, ¿Por qué es que estás tan herido? — Gregory se paró de su asiento y dudó en acercar su mano hacia la frente de Mole cuando ya la tenía suspendida en el aire; asqueado de su indecisión, decidió hacerlo de todas formas, intentando quitar el castaño cabello de su frente, donde escurría sangre hasta sus cejas.

Mole pareció tensarse. Subió la mirada con los ojos más abiertos de lo normal para ver a Gregory y lo que trataba de hacer, pero bajó la vista en el mismo segundo en que sintió la mano rozar su frente. Pronto recordó la pregunta que Gregory le hizo.

— Un tipo se alertó lo suficiente para sacar un cuchillo, y no era exactamente débil — Dijo Mole, intentando apartar la mano de Gregory casi por reflejo. — Tal vez Kenneth siga vivo. Ese tipo fue quien lo atacó mientras nosotros nos encargábamos del resto —.

Gregory retiró su mano y se levantó, camino hacia su habitación. Pronto regresó con suministros médicos.

— Desinfectaré eso, deberías tomar una ducha también y revisar que no tengas más golpes. Por lo que dices, no tardaremos en dar el siguiente golpe y quisiera que fueras por la información que tenga el equipo de mi socio, ahora que no está Kenneth; mañana, claro. — Dijo Gregory, tomó una gaza y alcohol para poner sobre las heridas, Mole frunció un poco el ceño ante el ardor, la frente fue especialmente más doloroso.

Gregory vio que Mole había dejado un paquete de mercancía en la mesa.

— Mientras tú reúnes la información mañana, yo iré a ver a Mark, para que se encargue de esto —.

— Y... ¿Qué más planeas hacer? — Cuestionó Mole.

— Serás el primero en saberlo cuando lo planee lo suficientemente bien. No dejaron pistas de quienes somos, ¿Cierto? — Hasta este punto Gregory había notado la parcial incomodidad de Mole, pero no se había atrevido a decirle nada.

— No. También revisaré eso mañana por si se escapó algo, pero no lo creo —.

Gregory contempló serenamente el rostro de su ayudante por un momento, mientras untaba un ungüento; como del labio inferior brotaba sangre y la lengua saboreaba el rojo carmesí de Mole, hasta que este elevó la vista que había mantenido baja.

WE BLEED THE SAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora