Tropiezo con el amor | Segunda Temporada

Capítulo 6: Then why do these tears come?

POV SAKURA

Salí del recinto de mi facultad y me dirigí a la de Naruto. El cielo, de repente, se volvió gris, lo cual no me sorprendió, ya que el verano se estaba despidiendo para dar paso al otoño. Sentí una brisa fría que erizó mis vellos y un escalofrío recorrió mi cuerpo después de ese soplo helado. Quizás debería haberme puesto el blazer, después de todo, ¿no?

Al entrar en la facultad, me encontré con un gran revuelo. Estudiantes corrían de un lado a otro, lo que me recordó mi primer día en la Universidad cuando me perdí y llegué tarde, todo gracias a mi hermano. Saqué mi teléfono del bolso para llamar a Naruto, pero antes de marcar, una mano tocó mi hombro. Sin embargo, el estruendoso trueno que resonó en ese momento me asustó profundamente. Supuse que era Naruto, así que me giré inmediatamente hacia él y lo abracé. Detestaba los truenos y las tormentas eléctricas, y después de ese estallido, la lluvia comenzó a caer.

- Awwww, debería haber venido con Levi, Naruto - me quejé en voz alta, lamentando no haber venido con Levi. Sabía que tenía que llamarlo para que viniera a buscarme; no quería enfrentar la tormenta sola y mucho menos en esa intensidad. - Por cierto... ¿Y este perfume? Hm...- Me quedé con los ojos cerrados mientras inhalaba profundamente el aroma de Naruto. Era un perfume que me resultaba familiar, pero no conseguía recordar a qué me recordaba. Sentí la mano de mi mejor amigo en mi cintura, y comenzó a acariciarla suavemente, lo que me pareció extraño. - ¿Estás bien? - Intenté separarme, pero su mano me mantuvo presionada contra su cuerpo, impidiéndome moverme. Tragué saliva y, poco a poco, logré separar mi cuerpo de él, empujándolo ligeramente para alejarme.

- Puedo cuidarte también, Sakura - Escuché esa voz y, como si todo ocurriera en cámara lenta, levanté la cabeza para mirar a esa persona. Una oleada de miedo, nerviosismo y otras emociones negativas me invadieron al verlo, ya que su presencia fue totalmente inesperada. Lo vi con esa sonrisa de medio lado, mirándome con aires de superioridad, y sentí que mi cuerpo temblaba. No esperaba verlo en absoluto.- Yo también te he echado de menos, mi preciosa, Chernobyl - continuó con un tono provocador. Sentir su abrazo fue lo último que esperaba después de tanto tiempo. Me quedé inmóvil, sin saber qué demonios hacer. Vi cómo se acercaba a mí y mi cuerpo no reaccionaba; ni siquiera podía huir de allí. Mi corazón latía a mil por hora cuando su mano acarició mi mejilla y luego, con la yema de su pulgar, presionó mi labio inferior en un gesto provocativo. - Muero por probarlos nuevamente, Sakura...

Se acercaba implacable, quedando a escasos centímetros de mi vulnerabilidad. ¿Por qué mi cuerpo no respondía? ¿Por qué mis palabras se habían convertido en un eco ahogado en mi garganta? Tomó mi barbilla con firmeza, forzando mis ojos a encontrarse con los suyos. En ese momento, mi carpeta cayó al suelo con un estruendo, atrayendo la mirada curiosa de los estudiantes que pasaban por allí.

¡Corre, Sakura, corre por tu vida! Gritaba mi mente en un desesperado intento de liberarme, pero mi cuerpo seguía siendo una prisión inmóvil. Lo vi inclinando la cabeza, preparado para un beso que me atemorizaba hasta lo más profundo de mi ser. La ansiedad se apoderó de mí, y mi puño se cerró con fuerza mientras las lágrimas brotaban de mis ojos. Comencé a llorar desconsoladamente, como una niña perdida en medio de la tormenta, suplicando en silencio ser rescatada. No quería besarlo, no quería tener nada que ver con él. Por favor, alguien, cualquier persona, sálvame de esta pesadilla.

- ¡NO! - Grité con todas mis fuerzas y, de un bofetón que resonó por todo el pasillo, lo aparté de mí. Varias personas se acercaron, y yo simplemente llevé la palma de mi mano a mi boca, tratando de protegerla de él. Estaba al borde del colapso. ¿Por qué no podía reaccionar de otra manera frente a él?

- Cuanto más arisca te pones, más me excitas, Chernobyl. - Acariciaba mi mejilla, que estaba ardiendo de la rabia y el miedo. Volvió a acercarse, agarrándome las muñecas con fuerza. - Dije que vendría por ti, Sakura.